Todo sucedió el 17 de septiembre, en una asamblea extraordinaria que contó con la presencia se unos 100 afiliados y donde "lisa y llanamente se nos vedó la posibilidad de hacer oír nuestra voz", expusieron. De allí que realizaran el correspondiente reclamo ante el Ministerio de Trabajo de la Nación con sede en Tandil. Además, solicitaron el informe que elaboró el Ministerio de Trabajo como veedores de la asamblea "donde efectivamente observaron las irregularidades".

En la mencionada asamblea, se debía elegir la fecha de las próximas elecciones y la conformación de la junta electoral que regulara el proceso electoral. Pero, "en ninguno de estos dos puntos el presidente de la asamblea, Secretario General Eduardo Amaya, le cedió la palabra a compañeros que la pidieron enérgicamente levantando la mano y hasta poniéndose de pie para poder debatir y mocionar, como bien rige el estatuto".

En simultáneo, agregaron que "las votaciones de estas mociones no contaban con la mayoría simple de la que se requiere según el estatuto pero fueron aprobadas de inmediato, sin contar el número de votantes que adherían". En tanto que en los temas que sí se trataron, "no se permitió el debate al censurarnos y quitarnos la posibilidad de expresarnos".

En este sentido, indicaron que "no pretendemos imponer nada, queremos participar, queremos que se nos permita ofrecernos como una alternativa más".

En este camino, además de la denuncia presentada ante el Ministerio de Trabajo, el viernes 1 de octubre, los afiliados entregaron un petitorio a la Comisión Directiva del Sindicato de Luz y Fuerza "con más del 10 % de las firmas de afiliados y afiliadas que se requieren según el estatuto para solicitar una asamblea extraordinaria y se pueda volver a discutir y debatir el orden del día cómo se debía haber hecho desde el principio".

Luz y Fuerza "padece de una profunda antidemocracia Sindical, es tiempo de actuar para impedir que esto se extienda en el tiempo y el momento y los tiempos estatutarios son ahora, por medio del ejercicio democrático. Hacemos un llamando a la reflexión de esta dirigencia para que no permita que el resquebrajamiento de Luz y Fuerza continúe y se agudice permita de una vez por todas que nuestros compañeros y compañeras puedan expresarse mediante el voto", sostuvieron.

Y aclararon que "el compañero Eduardo Amaya ya lleva más de 20 años al frente del sindicato y es particularmente llamativo que nunca en ese tiempo fue elegido en elecciones donde haya habido una lista alternativa y el sea la cabeza de la otra, por una u otra razón, nunca gano una elección en la que tengamos la opción de votar otra alternativa.

El pedido de anulación

El pedido de impugnación de esta asamblea "no es nuestra opinión sino de los propios veedores del Ministerio de Trabajo, ya que consta en actas que la asamblea fue irregular", planteó Alejandro Maly a este Diario en representación de los afiliados que decidieron realizar este pedido.

Dijo que "había un interés muy particular por parte de la comisión directiva actual de nombrar su propia Junta Electoral, cuando unos compañeros con algún interés en el armado de una lista para nombrar nuevos compañeros, levantaron la mano para hablar pero no se les permitió participar. Pero además, la actual comisión aprobó una Junta Electoral -la que ellos propusieron- sin tener la mayoría que se exige en la votación", explicó Maly.

De allí que se solicita ahora la impugnación de esa asamblea. "No se nos permitió el debate al censurarnos y quitarnos la posibilidad de expresarnos", sostuvieron.

Para su pedido de anulación se basan también en el acta que llevaron a cabo los veedores del Ministerio de Trabajo de la Nación que tiene sede en tandil, donde se expresa que la asamblea "tenía programada un orden del día diferente del que se llevó adelante, desconociendo si ello fue puesto a consideración de los allí presentes". Pero además, da cuenta de un afiliado que en varias oportunidades quiso "hacer uso de la palabra son ser correspondido por quienes estaban al frente de la asamblea".

Así, entonces, se designó una Junta Electoral "sin que se pudiera proponer otra que no sea la de ellos", explicó ahora Alejandro Maly.

Y contó que "ya en 2016 no nos dejaron participar con una lista opositora porque ellos eligieron una Junta Electoral que nos cambiaba las reglas todo el tiempo. Lo que queremos es que se haga una asamblea como corresponde", razón por la cual solicitaron la impugnación de aquella asamblea del 17 de noviembre y la realización de una nueva.

"Estas burocráticas maneras de proscribir listas opositoras mediante maniobras ‘pseudo-legales’ suma al descontento que afiliados y afiliadas quienes venimos padeciendo mal tratos, atropellos, complicidad con las patronales, aprietes, falta de cumplimiento estatutario y demás cuestiones que llevan a que ya sea el segundo intento de armado de lista que, prevemos va a ser proscripta, y por ello poneos en alerta a nuestros afiliados a y afiladas compañeros y compañeras lucifiercistas a defender y recuperar el Sindicato de Luz y Fuerza e impedir que nuestro querido gremio pierda una característica que constituye su esencia y que no es otra cosa que su naturaleza democrática y participativa", sostuvieron.