Las acciones se inscriben en un plan de trabajo en conjunto con el gobierno municipal de Olavarría que se comenzó a trazar a principios de este año para dar continuidad al barrio ubicado en Alberdi y San Martín, cuyas obras que estaban paralizadas.

El paso que faltaba era que el Municipio y el Instituto de la Vivienda bonaerense se pusieran de acuerdo en cuanto a las obras necesarias que debían realizarse y el presupuesto que demandaría poner en marcha la construcción de las viviendas.

De los 24 millones de pesos, al Municipio le corresponden 2 millones que irán destinados a infraestructura y 22 millones serán para la construcción de las casas y correrán por cuenta del Instituto de Vivienda provincial.

En ese camino, el subadministrador del Instituto de la Vivienda, José Gervasio González Hueso, juntamente con el administrador, Pablo Sarlo, recibieron ayer al secretario de Infraestructura e Inversión Pública municipal, Julio Frías, para avanzar en la solución del barrio Pickelado que contempla 120 viviendas.

En diálogo con EL POPULAR, González Hueso detalló que "pudimos avanzar mucho en la solución de la situación para poder reiniciar el barrio. Los presupuestos realizados por ambas partes, en los que había diferencias al principio, ahora coinciden sustancialmente, así que sólo resta resolver las cuestiones administrativas y eso nos permite continuar para poder establecer un plan de trabajo concreto".

En cuanto a los plazos que se manejan, González Hueso prefirió no dar detalles todavía y sostuvo que "resta, primero, detallar los planes de trabajo que contemple las obras de infraestructura y de vivienda que el Municipio deberá entregar y después de eso sí podremos hablar de plazos concretos".

Por eso, en 15 días habrá otra reunión y "en ese lapso cada parte va a trabajar en todos los aspectos legales, contables, financieros y técnicos de las obras para llegar a una solución".

Para Julio Frías, lo importante es que "hemos podido avanzar en buscar soluciones para que la Provincia pueda reactivar la obra".

El secretario de Infraestructura e Inversión Pública destacó que "hay que destacar la buena predisposición para trabajar y la voluntad de escucha que se ha generado en el marco de estos encuentros".

La obra

El barrio se hará en dos tramos. "Nuestra propuesta es acordar la recontratación en dos etapas (de 80 y 40 viviendas respectivamente), empezando por la de 80 viviendas que están más avanzada y previendo contratar ya la segunda pero diferir el inicio para cuando las 80 estén terminadas o prácticamente terminadas", dijo González Hueso. Y la idea "es ir entregando las casas por etapas", aclaró.

Esto "va a permitir que las familias que resulten adjudicatarias vayan habitando el barrio en forma gradual". En relación con las obras de infraestructura del barrio (redes de gas, agua, vereda y cordón cuneta) relató que "en la contratación original no estaba previsto que el Instituto financiara estas obras, y se licitaron con los montos acordados por este organismo para las viviendas. En esta oportunidad hacemos todo el esfuerzo para actualizar el valor de la vivienda, financiar la terminación completa y solucionar todos lo que hace falta para seguir, y le pedimos al gobierno local que comparta este esfuerzo y financie con presupuesto propio estas obras", y completó diciendo que "el secretario Frías tuvo muy buena predisposición para acordar este punto."

Entonces, el Municipio se hará cargo de las obras de infraestructura como la red de gas, el agua y el cordón cunetas, lo que demandará unos 2 millones pesos. En tanto que queda por cuenta de Vivienda de la Provincia la construcción de las 120 casas con un costo de 22 millones de pesos.

Pasos previos

Fue en abril de este año que llegaron desde el Instituto de la Vivienda para realizar las mediciones que permitieron luego definir cuánto y qué falta construir, qué presupuesto se necesita y de qué modo se financiarán las 120 viviendas del barrio Pickelado.

El operativo contó con la presencia del subadministrador del Instituto, José González Hueso, y las acciones se inscriben en un plan de trabajo en conjunto con el gobierno municipal que se comenzó a trazar a principios de este año. Esta agenda se inició con la realización de una auditoría del estado del proyecto, para poder así evaluar las alternativas legales y confeccionar una readecuación de los costos de la misma, que habían quedado desactualizados por las demoras.

Inicialmente se llevó a cabo una medición en enero de manera conjunta pero con resultados disímiles, producto de "algunas diferencias entre el cálculo nuestro y el del Municipio debido a diferencias de criterio. Por ejemplo, en un ítem donde se determinaba la terminación del techo, el criterio era estaba terminado o hay que cambiar 25 tejas y eso modifica los costos. Entonces, debemos ponernos de acuerdo y ayer fue lo que se hizo con el técnico municipal" en medio de un proceso "que fue normal", explicó en su oportunidad González Hueso.

Una vez definido el resultado de esta inspección "revisamos el presupuesto, que ya está hecho pero hay que actualizar, y nos volveremos a sentar con el Municipio para continuar en busca de la solución, viendo cómo resolvemos los contratos vigentes, las situaciones legales y de financiamiento", planteó el funcionario en aquel entonces.

Ese paso ya está dado y ahora queda ver cómo será el plan de trabajo que proponga el Municipio para empezar a concretar plazos y retomar las obras. Eso será en el próximo encuentro que tendrán nuevamente el subadministrador del Instituto de la Vivienda y el secretario de Infraestructura e Inversión pública, previsto para dentro de 15 días.