Una panificadora funcionaba de manera ilegal en la Sociedad de Fomento 12 de Octubre. Integrantes de la comisión directiva habrían alquilado las instalaciones a particulares. Todo se hizo de manera encubierta: por fuera se lo vendía como una escuela de cocina. 

"Las sociedades de fomento deben trabajar sin fines de lucro y para los habitantes del barrio y no para beneficio personal", manifestaron los vecinos del lugar. Bromatología y Control Urbano se encargaron de la clausura.