Mediante un comunicado difundido este jueves, la Federación de Clínicas, Sanatorios, Hospitales y Otros Establecimientos de la Provincia de Buenos Aires (Fecliba) alertó sobre "el estado de emergencia" que atraviesan los centros de salud del sector privado. Situación a la que no escapan las clínicas locales, según confirmaron ayer tanto desde el Instituto Médico como de la Clínica María Auxiliadora.

En el documento se expone que "la crisis sanitaria de la provincia de Buenos Aires se agudiza cada vez más, golpeando directamente a las clínicas privadas, que no encuentran salida al preocupante déficit económico en el que están inmersas. El 15 por ciento de aumento que reconoció el IOMA en sus prestaciones, y que pagará en cuotas a partir del mes de septiembre, resulta insuficiente en relación a los niveles de inflación, al aumento del 27,5% de sueldo que cerraron los trabajadores de la salud, y a los insumos dolarizados que tienen que afrontar los sanatorios. Con pagos atrasados y escalonados, otro de los temas que preocupa es la posibilidad de poder mejorar las fechas de cobro".

Desde el Instituto Médico, el doctor Oscar Briscioli, miembro del directorio, planteó que la situación "nos afecta totalmente. En las prestaciones de IOMA tenemos un aumento que primero fue del 7 por ciento y ahora, a último momento nos tiran dos cuotas de 4,5 por ciento a pagar en lo que resta del año, y cualquiera que conozca los índices de inflación va a ver que estamos muy por debajo. Obviamente que nos afecta porque la mitad de nuestros ingresos son de IOMA".

Asimismo, el impacto de la situación económica "es muy alto. Desde el punto de vista de pago de impuestos, aportes y todo lo demás estamos pagando fortunas, lo cual nos ha llevado a no estar totalmente al día", reveló al tiempo que lamentó: "Tampoco existen planes para favorecer un pago en forma de moratoria. Hoy es muy difícil mantenerse al día. No nos hemos atrasado mucho, pero dos o tres meses puede ser".

Frente a la devaluación "los insumos hoy tienen un valor importantísimo y no crecen en la misma proporción que los ingresos, van mucho más rápido". Como consecuencia "en este momento, ninguna de las obras sociales con las que trabajamos nos sirven por sí solas para mantener sueldos, cuando en otras épocas con lo que ingresaba por IOMA podía pagar sueldos y hasta me sobraba plata", comparó.

En definitiva, "hoy cada vez se paga menos por las prestaciones: la variable de ajuste de las obras sociales son los gastos sanatoriales y los honorarios médicos; sobre lo demás no se puede tocar nada. Los que venden medicamentos son multinacionales, es decir que no se les puede sacar un centavo, y a los impuestos tampoco porque el Estado sigue cobrando como si estuviera todo bien".

Luego de establecer que no existe reacción desde las Federaciones de Clínicas, que se limitarían a reconocer la situación, Briscioli advirtió que "esto en algún momento va a terminar recargando costos que por ahí no corresponden en los prestatarios; a corto plazo es la única solución que se da. Las obras sociales se rasgan las vestiduras sobre el cobro de plus pero va a llegar el momento que va a ser la única solución".

Desde el punto de vista del trabajo, "la clínica está trabajando a full y capaz que nunca trabajó tan bien como ahora pero respecto de las utilidades nos mantenemos pero no es justo que sea así", opuso.

Por su parte, el doctor Enrique Bintana, titular de la Clínica María Auxiliadora, indicó que por el momento "no estamos en una situación de corte es una situación de alerta". En ese contexto consideró que tanto para "el primer nivel como para el de internación, el aumento de los valores de IOMA ha sido insignificante". De ese modo, consideró probable el cobro de plus como una solución transitoria y destacó que ocurre en la región. "En atención ambulatoria, en todos lados se cobra arriba, en Bolívar, en Azul, pero en la Provincia ya se cobra plus por ambulatorio y los especialistas ni hablar. Por ahí los círculos médicos intiman pero ahora no tienen mucho argumento porque los valores son bajos".

Al evaluar el escenario, señaló que se atraviesa "una etapa de comienzo de las negociaciones y si IOMA no quiere aumentar, no se lo va a atender porque es muy complicado tener una inflación del 30 por ciento, aumentos de sueldos del 28 por ciento y si no la película siempre terminan en que se traslada el aumento a los afiliados pero eso IOMA no creo que lo acepte".

Dependencias

El doctor Enrique Bintana, titular de Clínica María Auxiliadora, sostuvo que se ven más afectados por esta situación los centros de salud con una mayor dependencia "de IOMA y de PAMI". Sin embargo, aclaró que "en Olavarría de PAMI no depende nadie de los privados, solamente Cemeda tiene 2.500 cápitas y de IOMA dependemos todos porque el 50 por ciento de la facturación y el resto se completa con obras sociales y medicina prepaga".

Desde ese punto de vista si no se brinda una solución se complicaría la atención en la ciudad ya que "si las clínicas cortan el servicio, el Hospital no tiene camas ni para el PAMI. Por eso no hay mucho margen de negociación", subrayó.

Asimismo, indicó que el impacto de "los servicios no es significativo pero es un costo que se traslada" aunque los efectos de la devaluación se sienten "sobre todo en los medicamentos porque una parte importante está totalmente dolarizada".

Esos costos no pueden retocarse en al caso de IOMA "porque ese costo está incluido dentro del módulo con la patología que internás. Con los medicamentos es con lo que más hay pérdidas porque aumentaron en un 70 por ciento", aseguró.

Soluciones de fondo 

El doctor Oscar Briscioli, que integra el directorio del Instituto Médico, sostuvo que en la actualidad "los valores de IOMA son lamentables". En ese sentido, "lo más simple, que es una consulta médica, al médico no le significa más de 180 pesos". De esa manera, las complicaciones son generalizadas porque "la situación se espesa para aquel profesional que recién comienza" aunque "tampoco los que estamos desde hace mucho no estamos tan tranquilos".

Así, "suponiendo que se trata de un médico que alquila consultorio y suponiendo que se trate de un policonsultorio, donde comparte secretaria, servicios y demás, en eso capaz que gasta de 5 mil a 6 mil pesos por mes para lo cual tiene que ver de 30 a 50 pacientes para pagar los gastos solamente, y no es justo".

Por otro lado, "lo que se observa también y es el problema que tienen las grandes federaciones, es que no se puede tomar una medida restrictiva sobre IOMA porque hay clínicas que directamente tendrían que cerrar. Si bien en la zona del interior la atención es un poco más mixta, igual IOMA sigue siendo a grosso modo casi el 50 por ciento de los ingresos", planteó.

De cortarse los servicios a IOMA "no podríamos funcionar solamente con el otro 50 por ciento porque tendría que reducir rápidamente el personal, el tema edilicio y todo lo demás: sería una catástrofe. Creo que el sistema de salud hace rato que funciona con parches. Pero el sistema de salud ya no se puede arreglar más, ni con porcentajes ni con aportes ni con subsidios", lamentó.