Luego de más de cuatro meses con sostenidos problemas de desabastecimiento de gasoil, a principios de esta semana comenzaron a registrarse señales de optimismo en el sector de las estaciones de servicio a partir de una leve mejoría en el aprovisionamiento, según atestiguaron referentes locales del sector.

En ese sentido, cabe recordar que los problemas de acceso al preciado combustible acontecieron en medio de la cosecha gruesa y complicaron las rutinas habituales de productores agropecuarios y transportistas.

Las restricciones fueron atribuidas al conflicto bélico entre Ucrania y Rusia por el desfase entre los precios locales e internacionales, y fueron afectando progresivamente el abastecimiento en todas las provincias argentinas. Incluso, por ese motivo, la Mesa de Enlace convocó a un paro nacional por 24 horas del sector agropecuario, que se concretó el pasado miércoles.

En nuestra ciudad, Alberto Abrigo, co titular de una estación de servicio céntrica, estableció que por estos días "ha mejorado muchísimo la situación". Para ese incipiente cambio en el escenario de los últimos meses, "se dan varias circunstancias, que en el caso nuestro YPF amplió un poco el cupo que tenía, amplió el margen que nos va entregando y a su vez la demanda ha bajado un poco también, así que ha mejorado bastante la situación", refirió el empresario.

De ese modo, explicó que si bien no se volvió a los volúmenes usuales "puntualmente acá, como somos estación (de servicio) urbana, no tenés mucho problema con el gasoil. Sin dudas que donde más se ha sentido es en las estaciones ruteras, aquellas que le venden al agro, ésas fueron las más complicadas, y la realidad es que también deben haber mejorado un poco su problemática", aseveró Abrigo.

En definitiva, el estacionero analizó que "en realidad, ha cambiado un poquito ahora, sí, va mejorando. Esperemos que esto continúe y que volvamos a la normalidad".

Consultado sobre si la marcada merma en el acceso al gasoil afectó del mismo modo a ese combustible en las dos calidades en que es ofrecido en el mercado, confirmó que el recorte "en general con el diésel fue en los dos casos. El premium por ahí se notó un poquito menos que el del diésel común pero también también hubo inconvenientes", señaló.

Así, se refirió a la experiencia diaria en su estación de servicio y detalló que en "el caso nuestro: hoy no tenemos Infinia diésel, nos está faltando". De todas formas, precisó que esa restricción sería sólo momentánea, ya que "estamos esperando que venga el camión y sí tenemos Diésel 500 que es lo habitual".

Sin embargo, acto seguido Abrigo aclaró que "nosotros sentimos más la falta del Infinia, porque el auto y las camionetas te cargan ese producto, el gasoil premium. Pero en general fue la problemática de los dos productos", reiteró.

En cambio, el empresario manifestó que "con la nafta no pasó absolutamente nada. Con las naftas hubo entrega total, lo que uno pedía entregaban". Pese a esa contingencia, "se complicaba por ahí con la logística porque a veces al no tener, no poder traer diésel, en el caso nuestro que lo traemos con los camiones propios, se complicaba completar el viaje y completar el camión, porque el camión no puede salir con cisternas vacías, así que ése era un inconveniente". A pesar de esas trabas circunstanciales, "lo fuimos manejando y con las naftas no hubo para nada problemas", especificó.

Por último, más allá de los cupos y los recortes en las entregas, Abrigo estableció que "el consumo está estabilizado. En prácticamente hace un par de meses se estabilizó y levantó un poquito ahora en la medida que tenías combustible porque la gente con todos estos cambios que hay, cambios de precios y todo, se cubre un poco y trata de cargar combustible, de tener los tanques llenos, entonces eso hace que la demanda suba un poquito, pero estamos ahí, más o menos se ha ido manteniendo, no hay mucha diferencia con meses anteriores", finalizó.

¿Aumentan las naftas?

Los faltantes de gasoil en las estaciones de servicio, que tuvieron en vilo a gran parte del país, acapararon la atención en los últimos meses, y por ese motivo la situación de las naftas en las bocas de expendio prácticamente pasó a un segundo plano.

Si bien dicho combustible no corrió la misma suerte en cuanto al abastecimiento, sólo registró leves aumentos en los precios, por detrás del índice inflacionario nacional. Y por esa razón desde el sector estacionero hicieron un llamado de atención sobre cómo impacta en la rentabilidad, que se mantiene baja.

"En esta coyuntura, donde hay quiebres de stock y las estaciones de servicio no pueden tener todo el producto necesario para vender, se sumó el hecho que las naftas no tuvieron el aumento que hubiera correspondido al contexto inflacionario actual y que sería un elemento importante a la hora de recomponer rentabilidad. Es decir, hubo subas muy puntuales de entre 0,5 y 1 por ciento, que no mueven el amperímetro", aseguró Carlos Gold, secretario de Relaciones Institucionales de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha) en conversación con surtidores.com.ar.

"Desde el sector nos preguntamos a qué obedece esta política y cuál es el motivo por el cual no se pueden sincerar los precios, ya que es lo que le falta al sector y estaría además en sintonía con la economía real" agregó.

Asimismo, sostuvo que se pone en jaque a todas las bocas de expendio, y más aún las dedicadas a la reventa, debido a que no pueden ajustar los valores en los surtidores porque eso implica "alejarse o salir del mercado". (Surtidores)