A partir de las 9 de hoy se desarrollará la audiencia que dará cierre al juicio oral y público que desde hace varias semanas se desarrolla en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 de la ciudad de Azul. Esta mañana los jueces Joaquín Duba, Martín Céspedes y Gustavo Borghi darán a conocer las penas que recaerán sobre los dos jóvenes imputados por el crimen de Fernando Palahy.

El comerciante de 40 años fue asesinado de un disparo en el mediodía del 30 de junio de 2016 en un comercio del barrio Trabajadores, que era de su propiedad. Son dos los imputados por el hecho caratulado como "homicidio en ocasión de robo". Uno de ellos llegó detenido pero en el marco de otra causa, y el restante está libre.

Si bien la carátula por la que fueron imputados es la misma para los dos acusados, es a Walter Ariel Leal, alias "Tata", a quien se le endilga haber disparado contra Fernando Palahy. Cuando se realizó la audiencia de alegatos, el fiscal Cristian Citterio solicitó que se le aplique una pena de 17 años de prisión; y la abogada Elda Donatelli, quien representa a la familia Palahy en la figura de particular damnificado, solicitó que sea condenado a 20 años. Por su parte la defensora oficial Soledad Kelly pidió la absolución de Leal, y planteó que todos los testimonios escuchados en el recinto lo acusaron de manera "indirecta".

El restante imputado es Diego Ezequiel Pais, quien en el episodio en el barrio Trabajadores habría sido la persona que conducía la motocicleta en la que se acercaron hasta el comercio y huyeron del mismo. Sin embargo, tal como fue expresado por la parte acusatoria, se desistió de avanzar en las instrucciones en su contra, debido a que no existirían pruebas que lo ubiquen en la escena del crimen.

"Hoy tengo la expectativa que con todos estos testimonios quede detenido y le den los años que esperamos", expresó Pablo Palahy, hermano de Fernando, luego de la jornada de alegatos en el Departamento Judicial de Azul. El juicio comenzó hace casi un mes, y durante las audiencias se escucharon declaraciones de efectivos policiales, peritos, algunos vecinos y hasta personas a las que Leal les habría confesado el crimen.