El consumo de carne sigue cayendo por efecto de la suba del precio y la caída de los salarios
En el Mercado de Liniers entran la mitad de los animales que entraban hace un año y los sueldos perdieron un 30 por ciento de su poder adquisitivo. El cerdo dejó de ser el sustituto de los vacunos porque su valor es más o menos el mismo que el de la carne vacuna. El pollo puede ser una alternativa pero muy limitada.
Puntualizó que pese al cepo a las exportaciones "la carne aumentó de precio en el último mes" y que la oferta de animales en Liniers "cayó de 15 mil cabezas diarias a unas 5 mil", y que eso también pudo haber contribuido a la suba de los precios.
En los últimos doce meses el precio promedio de los cortes vacunos registró un aumento de 88,1%, en un contexto en el cual el precio de la hacienda en pie subió 96,0% y el nivel general de precios al consumidor subió 48,7%. Las carnes alternativas tuvieron alzas de 63,1% en el pollo y 61 por ciento en los mejores cortes del cerdo.
El Gobierno pretendió amortiguar esto con cortes de precios cuidados bajo el lema de "carne para todos", pero, siempre según lo expresado por Vigo, "no es carne buena, o tiene mucha grasa o son de vacas viejas que para comerla te puede estropear la dentadura", ironizó.
Cara pero rendidora
Días atrás, el carnicero y matarife, José Luis Sollé hablaba de lo que costaba criar un cerdo. "Los alimentos están muy caros", decía y por ahí eso explica también el aumento de ese tipo de carne cuyo valor unitario ya se equipara al de la carne vacuna.
Por lo tanto, la suba del precio de los insumos podría llegar a ser uno de las causas del aumento general de los precios. También es cierto que la caída de la oferta de animales en Liniers sea otro de los elementos, quizás el central, de esta suba del precio. "Hoy por ejemplo, un kilo de milanesas cuesta 830 pesos cuando hace un año costaba más o menos la mitad", apuntó José Vigo. "Tal vez no sea caro pero para los bolsillos de la gente, sí. No olvidemos que un billete de 1.000 pesos es el más grande en este país pero en Europa es el más chico", comparó.
Es que no hay otra manera de medir los precios sino se lo hace en relación con el poder adquisitivo de la gente que también ha caído un 30 por ciento en el término de un año.
"Por eso, no sé si la carne está cara, pero sí digo que producir un animal cuesta mucho y cada vez más y los sueldos no suben lo mismo", añadió.
En los pimeros quince días del mes pasado, se registraron los mayores aumentos. El alza fue del 8 por ciento, y en la segunda quincena la caía no llegó al 1 por ciento.
En el caso de la carne vacuna las subas oscilaron entre un 8 y un 11 por ciento, tanto en el kilo de carne vacuna como de cerdo. El pollo subió alrededor de un 4 por ciento, pero no es la carne preferida para el consumo familiar.
Consumo per cápita
Para Vigo, se intentó detener la suba del precio con una medida dudosa que fue colocarle un cepo a las exportaciones para subir la oferta. Pero hoy, no sólo subió el precio sino que además cayó la oferta a casi la mitad. "Entraban entre 11 y 14 mil animales por día y hoy no llega a los 5 ó 6 mil", dijo para graficar este fenómeno que contradecía la hipótesis oficial para defender el cepo. "Es verdad que hubo un paro de diez o doce días -agregó-, y que luego, cuando se levantó muchos compraron a precios muy altos porque no tenían lo suficiente para la venta al público, pero la situación no cambió y se terminó quedando donde estaba".
El resultado es que de consumir más de 70 kilos per cápita hace dos años, el consumo cayó a los 41 a 45 kilos por habitante. Y eso se explica solamente por la caída del poder de compra de los salarios.
"Además, cuesta mucho producir un animal y todo eso se ver reflejado en el valor del kilo de carne. "Con el cepo a las exportaciones se pensó que se iba a subir la oferta y que eso permitiría una caída del precio, pero no pasó así", explicó.
Vigo dijo que pese a que la carne es un bien perecedero y que no se puede mantener un stock por ello, "igual hay promociones y buscamos mantener la demanda o por lo menos, que no se siga cayendo". Tras ello, y preguntado si los consumidores habían buscado alternativas, sostuvo que "el cerdo ha subido bastante y hoy un kilo cuesta lo mismo que un de carnaza. La gente consume algo de pollo, pero no tanto, y elige la carne picada para suplantarla".
El cepo no funcionó por un mal cálculo del Gobierno. Solo cabe recordar lo que dijo Sollé en ese momento: "lo que se exporta no es lo que se consume", dijo, y apuntaba oportunamente que la carne ya había subido "un 10 por ciento porque cayó la oferta a causa del cierre de las exportaciones".
¿Se sigue comiendo asado?
--Sí, si, la gente sigue eligiendo el vacío, la cima y las costillas y trata de hacer su asado de vez en cuando.