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La Argentina y su obstinada costumbre de repetir la historia.

Durante muchos años, tal vez una década y media, cuando las diferencias no eran significativas entre el impacto en el bolsillo del precio de las naftas y del GNC, la conversión de los vehículos a Gas Natural Comprimido (GNC) dejó de ser noticia.

Hoy reapareció la brecha que dos décadas atrás separaba la ecuación precio / rendimiento entre una y otra, por lo cual vuelve a ser tentadora para muchos usuarios la opción de colocar los famosos tubos amarillos en sus automóviles o camionetas de distinto porte.

De hecho, según informes oficiales, en 2020 las conversiones fueron en aumento con el correr de los meses y marcan una tendencia en los últimos años.

De acuerdo con datos suministrados por el Enargas, se nota una fuerte suba del 22% en el territorio de la provincia de Buenos Aires, donde actualmente existen unos 775 mil vehículos con GNC.

El parque de unidades que funcionan a GNC se ubica en el orden de los 1,7 millones de rodados en el país (el 45% en provincia de Buenos Aires) y entre los instaladores hay confianza de que en 2021 se volverá al nivel de las 750 conversiones diarias como ocurría hace dos décadas.

En Olavarría la situación es similar, aunque el mercado es distinto a lo que ofrecía el primer esplendor.

Por aquel tiempo cuatro talleres marcaron la tradición en la instalación en vehículos de distinto porte de estos equipos a GNC; hoy subsisten sólo dos y ambos pertenecen a la misma firma.

Marcos Fotti, uno de los socios de esta empresa, confirmó en una charla con este Diario la tendencia que se observa en un mercado que, además, empieza a recuperar volumen luego de ceder espacio a manos de talleres marplatenses.

"A pesar de todo esto que está pasando, y va a pasar más aún creo, debemos tener en cuenta que el valor de la nafta sigue siendo barato. Siempre fluctuó alrededor de un dólar, 1,20 dólares y ahí arranca todo el problema, porque no sabemos cuál es el valor real de la moneda hoy en la Argentina" advirtió Marcos.

"Existe un corrimiento de precios, una pérdida de valores de referencia muy grande para todo y esto no es nuevo para nosotros: cuando hay un dólar inflado o pisado, cuando hay 4, 5, 6 valores distintos lo que menos hay es un precio oficial, que nadie termina usando en las transacciones. Entonces ¿cuál es el valor real del dólar? Eso es lo que debería valer la nafta" preguntó y respondió.

En este panorama está la renacida fiebre por el GNC.

"Y recién empieza" anticipó Marcos.

"Al margen de eso, en Olavarría se da la particularidad de que ha existido un recambio en los talleres. Antes de la pandemia, en febrero pasado, había 4 talleres oficiales de montaje funcionando con un prestigio y años de antigüedad; de esos 4 talleres quedan solamente dos funcionando, esos dos talleres se vendieron y nosotros somos los dueños de ambos talleres" señaló Marcos.

Para ponerle nombre al análisis, "ElectriSente" y "Omar H. García" son los espacios subsistentes.

"Lo primero que debimos hacer fue posicionarnos comercialmente en el valor de instalación de equipos nuevos. En Olavarría existía un precio pactado de referencia de mil dólares, entonces la gente prefería irse a Mar del Plata donde se ahorraban veinte o treinta mil pesos" explicó Marcos.

En ese sentido, la primera decisión comercial fue bajar el precio de los equipos para ser competitivos con los talleres de Mar del Plata.

"Hoy, en cualquiera de los dos talleres, un equipo vale entre dos y tres mil pesos más que en Mar del Plata, con lo cual nadie por esa diferencia se va a hacer un viaje a Mar del Plata, con lo que significa salir a la ruta y que cada vez que necesite algo deba volver porque la garantía está allá" comentó.

Fotti ratificó que en las últimas semanas se registró un incremento importante en las consultas por todas las vías de comunicación que dispone la firma.

"Aún esas consultas no se ven reflejadas en la concreción de operaciones. Sí tuvimos un incremento de colocaciones en alrededor de un 200%, pero porque acomodamos los precios y logramos un nivel de colocación muy bueno, casi al límite de lo que podemos responder" subrayó.

La prestación ha evolucionado de tal modo en estas dos décadas, que hoy se habla de equipos de "quinta generación", para lo que se le pidió una descripción a Marcos.

"Se trata de un equipo que funciona electrónicamente" indicó.

"Además de tener las prestaciones normales, como un regulador de presión, un cilindro, una válvula de carga, una válvula de cilindro y demás, posee una computadora que se conecta con el auto y con la computadora del auto manejan la inyección electrónica y todos los parámetros que habitualmente manejan el sistema de un auto a nafta" apuntó.

Los tabúes sobre la seguridad de un equipo de GNC quedaron muy atrás, pero no está demás hacer un repaso sobre una cuestión tan sensible.

"La seguridad está dada por las protecciones que tienen las válvulas, tanto la de carga como la electroválvula del regulador, como la del cilindro, pero eso ya existía antes de los equipos de quinta generación" dijo.

Todas las válvulas tienen cortes eléctricos, protecciones por exceso de flujo.

"Al contrario de lo que la mayoría de la gente cree, un equipo de GNC es extremadamente seguro. Mucho más seguro que la nafta" recalcó.

Un auto para funcionar a gas pasa por certificaciones muy rigurosas, que no atraviesa un auto que funciona a nafta.

"No hay ningún caso, que yo conozca al menos, de un siniestro vial donde un equipo de GNC haya tenido un papel en cuanto al desenlace. Al contrario, hay cilindros de GNC que han sobrevivido impactos de tren, incendios".

"Está muy probado y muy chequeado todo. Un auto a GNC todos los años debe renovar la oblea que va pegada en el parabrisas y eso implica una revisión general del equipo; cada cinco años se sacan los equipos, se mandan a hacer pruebas hidráulicas. ¿Cuándo le sacan el tanque de nafta a un auto para verificar su seguridad?" finalizó.

Números a gas

Durante 2020 hubo un total de 47.925 conversiones de vehículos de nafta a GNC en la provincia de Buenos Aires y 97.303 en todo el país.

La cifra se ubica claramente por debajo de las 83.371 de 2019 en el territorio bonaerense, pero todo se debió a lo estricto de la cuarentena, ya que el año había arrancado con más de 6 mil conversiones en enero, pero cayó a 800 en abril.

Más allá de esto, si se compara el tercer trimestre con el cuarto, se nota una fuerte suba del 22% en el territorio provincial, donde actualmente existen unos 775 mil vehículos con GNC, de acuerdo a datos de Enargas a los que accedió DIB.

Tras la fuerte suba del dólar en la segunda parte del Gobierno de Mauricio Macri, desde 2017 el GNC pasó a ser una opción cada vez más evaluada, y aunque aumentó su precio en las estaciones de servicio, no fue en sintonía con el de la nafta.

Ya bajo la presidencia de Alberto Fernández, la nafta estuvo congelada nueve meses, pero desde agosto pasado los sucesivos ajustes hicieron que aumente alrededor del 30%, con dos alzas en lo que va de este 2021.

La Premium de YPF pasó de unos 29 pesos en abril de 2017 a unos 85 pesos en los distritos bonaerenses. Mientras que en ese mismo período el GNC trepó de 14,50 pesos a los actuales 30 pesos, en promedio, en el mismo período.

Según datos del mercado, un equipo de quinta generación cuesta unos 60 mil pesos, un precio que casi no varió en el último año.

Especialistas del rubro, estiman que con un tubo de 10 metros cúbicos de gas se pueden recorrer 120 kilómetros, mientras que, el consumo promedio de un naftero es de diez kilómetros por un litro.

En la actualidad, son veinte las provincias que se abastecen de algo más de 2 mil estaciones de servicio ubicadas en el país.

El alivio económico para los usuarios de GNC es contundente: según cálculos del sector, transitar unos 20 mil kilómetros al año representaría un ahorro de 84 mil pesos.

Sólo la Patagonia (por su extensión) y el Noroeste (donde no hay caño de transporte) carecen de GNC.

La quinta generación

En los equipos de 3ra y 4ta generación el GNC es aspirado por el motor. Este sistema fue superado con los equipos de 5ta generación, que trabajan con una computadora conectada al tanque. En este caso el GNC pasa al motor cilindro por cilindro, siguiendo una secuencia.

Es decir, los inyectores son controlados por la computadora y este equipo indica la cantidad de gas necesaria a ser inyectada para que el motor funcione perfectamente.

Entre sus ventajas, el vehículo reacciona con las mismas prestaciones en los diferentes estados de carga del motor, al igual que cuando utiliza nafta.

Utilizar GNC 5ta generación permite que el sistema del motor y los distintos sensores se mantengan inalterables.

El vehículo a inyección mantiene todas sus condiciones originales. Ningún componente del motor es alterado y las piezas mantienen su buen estado.

Con estos equipos el consumo de gas es mucho menor porque garantizan una combustión perfecta, y el impacto ambiental también es mucho menor.

Para que el vehículo funcione correctamente es necesario garantizar en buen estado las partes del encendido del vehículo tales como bujías, cables y bobina de encendido.