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Con abstracción de las interpretaciones y los momentos políticos, un relevamiento llevado adelante ayer entre las principales carnicerías dio cuenta de que el precio de la carne vacuna en Olavarría responde a las declaraciones formuladas el lunes por el presidente de la Nación, Alberto Fernández.

En una publicación en su cuenta personal en Twitter, el jefe de Estado sostuvo que "los precios de la carne bajaron desde el momento en que restringimos las exportaciones" y después dijo que "no es justo que el precio internacional de la carne vacuna sea el mismo precio que deban pagar nuestros compatriotas".

Fernández se apoyó en un trabajo del Observatorio de Precios del CEPA (Centro de Economía Política Argentina), donde se postuló que en agosto hubo una baja del 1,4% intermensual en el precio de uno de los productos más consumidos por los argentinos.

Según éste, son dos los meses consecutivos de reducción en sus valores, en coincidencia con la decisión del Gobierno nacional de restringir en un 50% las exportaciones con el objetivo de frenar los aumentos contabilizados en el último año.

Carnicerías Vigo es una de las bocas de expendio icónicas de la Ciudad en el mercado cárnico.

"Hace rato que el precio de la carne está estable, y se está viendo una pequeña, pequeña baja como para conseguir un 2 ó 3% menos. Está todo quietito; esperemos que se mantenga así" analizó José Vigo.

"Cuando se cortó la exportación los productores dejaron de mandar hacienda al mercado y subió. De ahí en más no hubo entradas como teníamos normalmente en el Mercado de Liniers; antes todos los días llegaban entre 10 y 11 mil cabezas, y ahora no pasan nunca de 6 mil" reveló.

En cuanto al consumo, evaluó que "venía parejo, hasta que la semana pasada tuvimos una leve caída, y no sabría decir por qué".

"Vender se vende igual, pero en líneas generales ha bajado todo. Por ejemplo, nosotros abastecíamos a casas de comida o rotiserías, y el que compraba 6 kilos siempre ahora compra 4" señaló.

Según su versión, "la carne de cerdo ha subido bastante y el pollo también subió un poquito. Digamos que se movieron más esas dos cosas que la carne de vaca".

Aunque hoy algunos analistas económicos o políticos atribuyen la estabilidad al cierre de las exportaciones de carne vacuna, cuando se dio a conocer la medida se produjo un alza, neutralizada un par de semanas después con una baja casi en idéntica proporción.

Cristian, de Carnicerías "El Ternero", es otra voz autorizada dentro del ramo.

"Por ahora el precio de la carne vacuna se mantiene estable. Hay cantidad de animales, hay variedad y los valores no han sufrido fluctuaciones" marcó.

Coincidió con José Vigo que en estos días se registró un incremento en el precio de la carne de cerdo, y lo mismo sucedió con el pollo.

"El cerdo capaz que ha aumentado un 20% en el gancho, y el pollo entre un 10 y un 15%" especificó.

Los consumos que observa en su mostrador están por debajo de los niveles históricos. "Más nosotros, que sólo tenemos carnicería, se nota. En el caso del cerdo y pollo no se nota tanto el incremento, pero también por la cantidad de pollerías y granjas que se han abierto en la Ciudad" opinó.

No ve cambios en los niveles de venta previos y posteriores a las restricciones. "Se calmó el precio y, muy finito, asistimos a un cierto retroceso. Por ejemplo, con la protesta del campo la media res se fue a 420 el kilo y después se retrajo a 380".

Cristian adjudicó en buena proporción esta estabilidad a las restricciones en la exportación de carne vacuna: "El novillo que se exporta es de una categoría que no se consume en el país, pero es lo que marca el índice para que las otras aumenten, y al no tener ese novillo que tire los valores para arriba, el novillito y la vaquillona no se mueven en la misma dirección".

"Lo cierto es que desde que frenaron la exportación los precios quedaron estables; sin hoy tuviéramos exportaciones se hubiesen ido para arriba, pero no sólo por ello sino por la inflación que existe en la luz, en el gas, en los sueldos y en todas las cosas" aclaró.

Sobre la persistencia de la estabilidad, afirmó que "va a depender de muchos factores, pero en cuanto se abran las exportaciones seguro que se van a volar para arriba".

Otro carnicero consultado, Eduardo Santellán, coincidió que "el precio de la carne de vaca se ha estabilizado, pero en esta cuestión uno no puede hacer predicciones a futuro".

Según su óptica la baja en los niveles históricos de consumo no se debe al precio de la carne.

"Desde que empezó la pandemia hay una baja y no volvió a subir. Lo que pasa es que la plata no vale nada; los sueldos han perdido mucho valor, la gente no puede poner carne todos los días en el plato y termina achicando por la panza" graficó.

"El pollo y el cerdo vienen subiendo en las últimas dos semanas; no mucho, pero alrededor de un 5%" informó.

Patricia, de Carnicerías Sollé, admitió que "en nuestro caso el precio de la carne bajó bastante, entre 50 y 100 pesos el kilo, dependiendo siempre del corte".

"La tendencia del mercado es a la baja, aunque uno nunca sabe hasta cuándo. Nosotros además tenemos promociones especiales en vigencia" dijo.

En este marco pandémico, y con una pérdida en el poder adquisitivo del salario que inició en enero de 2016, al consumo dista de ser -por ejemplo- el que se registraba en los tres primeros lustros de este siglo.

"La gente busca más la oferta y si se lleva algo de un precio más alto se limita en cuanto a gramos. Antes se llevaba un kilo y ahora tres cuartos" indicó.

A diferencia de la mayoría de las fuentes consultados, no sólo contradijo el aumento en los valores de proteínas alternativas, como las carnes de cerdo y pollo, sino que habló de precios ostensiblemente menores a la carne vacuna.

"Nuestra firma tiene en oferta el cerdo, con precios muy bajos con respecto a la carne vacuna. Un kilo de cerdo sale 299 pesos (cuarto, paleta, pechito, carré) y un kilo de parrilla de vaca 749, entonces las proporciones de venta son mucho mayores" apuntó.

El precio de la carne aviar es aún menor: 219 pesos el kilogramo. "Pero la gente se ha inclinado más por la carne de cerdo que la de pollo" advirtió.

"Tito" Cortés es otro propietario de carnicerías.

"Hubo una caída en los precios después del cierre de las exportaciones y ahora está estable, pero lo que falta es el consumo. Cuando levante el consumo seguro que va a empezar a subir la carne" describió.

Como alguno de sus colegas deslindó la falta de consumo con los altos valores del kilo de carne vacuna.

"Acá lo que pasa es que la plata no vale nada. Ese es el gran problema de la Argentina, y la estabilidad en el precio de la carne de vaca no tiene nada que ver con las restricciones, porque una cosa es el mercado interno y otra el marcado internacional" consideró.

La fuente

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