Con veinte años trabajando en educación, luego de recibirse en la Universidad de Buenos Aires (previo secundario en el Colegio Nacional), Karina Peregrina es fonoaudióloga y hoy celebra su día, y entonces contó cómo fueron sus pasos luego de recibir el título en la UBA: "me quedé unos años en Buenos Aires, hice algunas cosas en audición e inclusive trabajé en una casa de audífonos, lo que luego me permitió ingresar al Instituto de Enseñanza Oral (IDEO). En un comienzo era sólo escuela para chicos sordos e hipoacúsicos y después, desde 2010, se implementó el servicio de trastornos del lenguaje", contó.

"La matrícula, actualmente, es mayoría con alumnos con trastornos del lenguaje. Hay pocos sordos e hipoacúsicos y muchos chicos con el problema de trastornos del lenguaje. De 46 alumnos, 44 están allí, con proyectos de inclusión en las escuelas de Nivel (inicial, primaria, secundaria, secundario de adultos), todo con el acompañamiento como modalidad de educación especial", agregó. Para resaltar Karina, por otra parte, que "a través de la Resolución Ministerial 1664/17, que es un derecho personal y social de la educación inclusiva, y que abarca a todos los sujetos incluidos aquellos que están en situación de discapacidad, por lo que los padres tienen el derecho a exigir que sus hijos tienen el derecho a estar incluidos".

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