El programa GIRO sumó ayer otras 1.000 familias
Con los hogares ubicados entre las avenidas Avellaneda y Pueyrredón, la calle Rivadavia y la avenida Pringles son ahora 1.800 los que participan de esta prueba piloto. "Estamos con muy buenas expectativas porque todo viene muy bien", celebró la ingeniera Emilia Díaz, al frente del proyecto.
El nuevo mosaico de manzanas agregado este lunes comprende la zona delimitada por las avenidas Avellaneda y Pueyrredón, la calle Rivadavia y la avenida Pringles.
La ingeniera Emilia Díaz, subsecretaria de Empresas e Inversiones de la Municipalidad, hizo una primera observación sobre este avance en la cobertura del GIRO.
"Durante la semana pasada ya estuvimos haciendo entrega de toda la información a los residentes puerta a puerta. La comunicación llegó a través de folletos, imanes, partes de prensa en los distintos medios de la ciudad, por la junta vecinal y también tenemos un canal de Youtube" subrayó.
El número de hogares comprometidos con este trabajo se incrementó sustancialmente con la nueva ampliación y pasó de 800 hogares entre los barrios Los Robles, Municipales y otra porción de San Vicente, a los actuales 1.800.
"El manejo es el que veníamos haciendo con el piloto anterior: lunes y viernes se va a recolectar basura, los martes reciclables y los miércoles los compostables" indicó.
La funcionaria puso de relieve la empatía de los vecinos hacia la propuesta: "La receptividad fue muy buena. También vamos a trabajar en conjunto con los comercios de la zona, que tienen otras necesidades. Estamos con muy buenas expectativas porque todo viene muy bien".
"Obviamente, a medida que aumentemos la escala es más importante y van a surgir otras cuestiones. Justamente por eso hacemos esta experiencia, sabiendo que van a surgir cuestiones que tal vez en otros barrios no aparecían" especuló.
"Esto recién empieza" advirtió la ingeniera Díaz y apuntó que van a continuar los talleres sobre compostables, residuos, como para que la gente pueda contar con un mayor caudal de información. Y está a mano de todos los olavarrienses la página de GIRO, para evacuar cualquier inquietud.
Por definición, el programa busca trabajar en la generación, separación y tratamiento en la fuente de origen de los residuos, así como en su recolección, transporte, tratamiento, reciclaje y disposición final.
Díaz celebró que "la página está teniendo más visitas, las redes sociales lo mismo, lo que denota un ida y vuelta constante con los vecinos. Inclusive para estos pilotos nuevos hicimos el registro, cosa que llegue información, recordatorios sobre lo que deben sacar cada día, datos de los talleres y algunos tips para implementar en casa de cómo organizarse hacia adentro".
Todavía no existe una proyección como para conocer la incorporación de nuevos sectores y más hogares.
"Evaluaremos y veremos dentro de unos dos meses si podemos incorporar más residentes. Vamos viendo la respuesta, si se necesita más tiempo para estar en el barrio, cómo se lleva a cabo la recolección, si se respetan los días, si la comunicación es acorde o se debe mejorar, la calidad de los materiales que llegan a la planta. Son mejoras continuas que se hacen" dijo.
Haciendo un corte hoy, según Díaz "los indicados son muy buenos. Claro que siempre hay mucho trabajo para hacer y hace poco que comenzamos. Esto supone un cambio de comportamiento y cultural que debemos hacer, pero los números son muy buenos".
Trasladado el concepto a datos, 9 toneladas de material que antes se enterraba fueron incorporados al ciclo productivo.
"Hay mesetas, fluctuaciones según los fines de semana, los días feriados, por lo cual esos indicadores nos obligan a seguirlos día a día" sostuvo.
La subsecretaria de Empresas e Inversiones de la Municipalidad ponderó el trabajo conjunto en una mesa consultora con la firma recolectora de residuos, reconoció que fueron necesarias modificaciones en lugares puntuales y que con las herramientas disponibles se hizo una reingeniería del sistema.
Múltiples son las ventajas, consideró, si se logra imponer un cambio cultural en la sociedad olavarriense, como el que ofrece GIRO.
"Es un proyecto integral, que no tiene que ver sólo con el manejo de residuos en sí por un compromiso ambiental. Hay trabajadores incorporados, tanto a las plantas de clasificación como de compostaje, las condiciones laborales son muchísimo mejores, con todas las cuestiones sanitarias correspondientes, y esto va a generar distintos emprendimientos locales, firmas que quieran venir a la Ciudad para utilizar este material como materia prima y generar otro agregado de valor" explicó la ingeniera Díaz.
La cantidad a recuperar está en estudio.
El involucramiento de la Facultad de Ingeniería de la Unicén aportará información sobre la caracterización de residuos, para lograr los valores exactos de aquello que hasta hoy la mayoría de los olavarrienses siguen poniendo en la misma bolsa.
"A partir de eso vamos a tener el número de los que se podría recuperar a nivel ciudad" adelantó.
La ingeniera Díaz pidió paciencia, recordó que se está empezando a recorrer un camino largo.
"Seguro que van a surgir inconvenientes, y vamos a tratar de subsanarlos. Por eso empezamos con algo chico para luego ir incorporando el hábito" reflexionó.
Su aspiración es "comprometer a los chicos en el cambio cultural y que toda la familia forme parte de esto. Justamente por eso hablamos de residuos y no de basura. No ver una bolsa que hay que sacar a la vereda y listo, y empezar a incorporar dentro de casa que no sea el mismo el que tiene que sacar la bolsa".
"Los chicos son los que más rápido se suman, y me han contado varios que el imán les resultó una herramienta muy buena, porque lo tienen en la heladera y ante la duda se fijan. Lo mismo el registro, porque les llegan mensajes con pautas sobre cómo guardar cada una de estas corrientes. Que no necesitan bolsas de colores, sino que es por día" aclaró.
"Notamos que el compostaje domiciliario ha pegado mucho, y la gente se ha sumado a esto. Primero empieza con el reciclable, después incorpora el compostaje y va sintiendo cómo es este mundo de reciclaje de residuos" ponderó.
Cuando se mira más allá de los límites del partido y se comprueba que ciudades más chicas se han implicado con el reciclaje de residuos mucho tiempo atrás, está la sensación de que Olavarría se subió al tren varias décadas tarde.
"Pero bueno, a veces la comunidad tiene que estar preparada para esto. Depende de las escalas también; no es lo mismo incorporar un programa de este tipo a una ciudad de 10, 15 ó 20 mil habitantes que a una ciudad de 120 mil como Olavarría. La ecuación es muy diferente desde todo punto de vista. Este es un laburito que está empezando y que ojalá nunca termine, porque forma parte de un proyecto de ciudad" cerró la ingeniera Díaz.