"De acuerdo a un relevamiento de la Universidad Di Tella basado en el denominado Índice PGSI (año 2018), utilizado con frecuencia en estudios internacionales, aproximadamente 7 de cada 100 (6,7%) personas en la Argentina padecen dificultades con el juego. De ese total porcentual, 1,5% es jugador compulsivo y 5,2% problemático", señala la Defensoría en un comunicado.

La guía realizada por la Defensoría ofrece una serie de tips sobre juego responsable y un test de autoevaluación.

El juego problemático se manifiesta a través de una sensación de culpabilidad, unido a un alto nivel de ansiedad y pérdidas económicas mayores de las que el jugador puede permitirse.

En tanto, el juego patológico se caracteriza por la imposibilidad de poder controlar impulsos y no poder evitar el juego, lo que lleva a un deterioro de la vida individual, familiar y colectiva; y a un aislamiento progresivo de la realidad.