En pandemia, colgó su clásica chaqueta para asumir el rol de monitorear a pacientes con Covid
Su condición de persona de riesgo la obligó a ocupar otro papel en la medicina. No está en la primera línea de batalla -como ella dice-, pero no por eso su rol es menos importante. Desde el comienzo de la pandemia su función tomó protagonismo con el seguimiento de aquellos olavarrienses que transitan la enfermedad desde sus hogares. "Me encanta lo que hago y siento que tiene mucho compromiso desde lo emocional", dice.
Desde entonces, "cambió totalmente mi vida", sintetiza esta profesional que en tiempos de normalidad intercalaba sus jornadas laborales entre la atención primaria en el CAPS N° 8, Servicio Territorial 2, y los controles de quienes tramitaban su licencia de conducir.
La rutina es otra, completamente distinta y su tarea abarca las 24 horas del día los 365 días del año. Entre papeles, planillas y el celular, la casa de la Dra. Schumacher es ahora un centro de monitoreo de cada paciente positivo que debe transcurrir la enfermedad de manera ambulatoria.
La pandemia protocolizó actividades, modificó rutinas y costumbres. Incluso, como en este caso, permitió descubrir una nueva faceta de la profesión, significó hacer medicina desde otro lugar, con otra función.
Con una patología que "me autodeprime" y una enfermedad respiratoria, la médica generalista tuvo que resguardarse puertas adentro para prevenir el contagio. Comenzó haciendo guardias telefónicas en aquellos casos de emergencia, pero con el correr de las semanas su función fue modificándose. Entonces "me ofrecieron trabajar en el seguimiento de pacientes con Covid. Al principio era yo sola y después fueron sumándose más profesionales. Ahora somos cinco", que se complementan con un equipo integrado por psicólogos y psiquiatras desde el área de Salud Mental.
La tarea propiamente dicha comenzó concretándose a partir de llamadas telefónicas pero con el aumento de casos positivos y el pico máximo que registró Olavarría en la primavera del 2020, se hizo necesario elaborar otras estrategias.
El primer contacto se hace a través de una llamada, "eso sirve para organizarme, hablar con la gente y escucharla", explica.
Luego, el seguimiento continúa vía Whatsapp que "puede ser a través de mensajes escritos o audios que es lo más prefiero porque me gusta escuchar a los pacientes. Ellos saben que cualquier cosa, en cualquier momento del día, me pueden escribir si tienen algún síntoma nuevo o si se llegan a descompensar", cuenta la profesional cuya labor se extiende al contacto directo con la guardia o con un equipo de profesionales que se desempeña en los servicios territoriales que atienden a pacientes Covid que presenten patologías respiratorias.
Con un fuerte componente emocional
"En este momento ha bajado el número de pacientes, pero tenemos casos más complicados", analiza la Dra. Schumacher.
A pesar de no tener domingos, feriados ni horarios estipulados porque las consultas llegan a toda hora, "me encanta lo que estoy haciendo", sintetiza.
Y define que "todo esto tiene un componente emocional muy fuerte. Como toda experiencia nueva, mi vida y mi rutina cambió totalmente con la pandemia".
La función que asumió la llevó además a conocer "a un montón de gente con la que antes no tenía contacto directo. Sabés con quién podes contar en este momento porque atrás de esto hay un gran equipo de trabajo. Son experiencias nuevas y para mi es una experiencia muy linda. Extraño mi trabajo anterior, obviamente, pero se que no voy a poder volver en breve", expone la profesional de la salud que hace unos pocos días recibió la primera dosis de la tan esperada vacuna.
La nostalgia por aquella rutina perdida que "era muy intensa" es inevitable. "De golpe y porrazo te dicen que no podés trabajar más, que te tenés que cuidar porque tu salud está en riesgo y lo que sentí en ese momento es que no servía. Ves a tus compañeros al frente de esta batalla y vos quedándote adentro sin poder hacer nada, me sentía inservible. Por eso, cuando me dijeron de hacer este seguimiento a pacientes con Covid fue re importante para mi", confiesa.
Todos los días y a toda hora, ese contacto resulta fundamental para quienes transitan la enfermedad y su entorno familiar. "Ellos se sienten acompañados y contenidos", afirma ya con el listado de las personas para contactar y hacer un diagnóstico, "ver cómo están, darles indicaciones, reforzar la medicación y orientarlos en caso de que tengan que hacerse revisar".