Todos los 19 de octubre de cada año se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, con el objetivo de informar y concientizar a la sociedad sobre la importancia de realizar los chequeos médicos relacionados, una de las únicas maneras de lograr la detección temprana de este tipo de cáncer en particular.

Aunque esta enfermedad puede afectar también a los hombres, el porcentaje de pacientes mujeres que la enfrentan es mayor. Por esto, es necesario que toda la sociedad conozca y se informe acerca del cáncer de mama, para así estar atentos a los síntomas y lograr identificarlos lo más pronto posible, algo fundamental para determinar el éxito del posterior tratamiento.

¿Qué es el cáncer de mama?

Como en muchos otros tipos de cáncer, en el de mama se produce una multiplicación anormal de las células mamarias. A partir de una mutación genética, una célula individual adquiere la capacidad de dividirse de forma descontrolada y desordenada, y esto causa que se reproduzca de forma acelerada hasta formar un tumor.

Este cáncer puede comenzar en alguna de las tres zonas de la mama: en los lobulillos, que son las glándulas que producen leche; en los conductos, que transportan la leche al pezón, o en el tejido conectivo (formado por el fibroso y el adiposo), que se encarga de darle sostén a la mama y rodea todas las demás partes.

Las zonas más comunes donde pueden generarse estos tumores son los conductos (carcinoma ductal infiltrante) y los lobulillos (carcinoma lobulillar infiltrante).

Los factores de riesgo de esta enfermedad, al igual que sus tratamientos, están ya identificados y dependen de cada caso en específico. Sin embargo, la comunidad científica ha comprobado ya muchas veces que el cáncer de mama es tratable, y que las posibilidades de un desenlace favorable se incrementan mucho más cuanto más pronto se descubra la enfermedad.

Es por esta razón que es de suma importancia realizar los chequeos correspondientes con los profesionales adecuados, además de conocer el cuerpo propio y estar atentos a los posibles síntomas.

Diagnóstico temprano, la clave El examen de detección temprana más eficiente en relación al cáncer de mama, es sin dudas la mamografía, tanto en mujeres con predisposición como en mujeres que no la tienen. Su uso a nivel mundial ha reducido la tasa de mortalidad de esta enfermedad hasta un 30%, y se recomienda que se la acompañe con un examen de inspección física regular.

Se recomienda realizarse una mamografía anual a las mujeres de más de 40 años, incluso si no cuentan con antecedentes familiares de este cáncer. Estas deben hacerse de la mano de especialistas, y ser analizadas luego por ginecólogos o profesionales de la salud, quienes podrán acompañar estas mamografías con los demás chequeos correspondientes, o dar un diagnóstico, derivación o estudio complementario si es necesario.

En mujeres menores a 40 años y en las mujeres en general, también es útil realizar una ecografía anual, también efectuadas en centros especializados y con los profesionales adecuados.

Además de estos estudios específicos, se recomienda a que las mujeres y las personas en general, realicen autoexámenes por su propia cuenta. Estas formas de reconocer y estar atentos al cuerpo propio son sencillas de realizar, ya que consisten en observar y palpar los senos en búsqueda de bultos, alteraciones en el color o forma de los pezones, secreciones inusuales o masas extrañas en la superficie de la mama o en la zona de las axilas.

Si este autoexamen se realiza de forma cotidiana, es posible que ante la menor duda o sospecha se pueda proceder de inmediato a realizar un examen más complejo y profesional, y así diagnosticar o descartar el cáncer de mama de forma más temprana.

La importancia de concientizar

Como ocurre con el cáncer en general, el de mama aun es estudiado en diferentes partes del mundo, en búsqueda de tratamientos y diagnósticos más efectivos que logren reducir todavía más su mortalidad y su incidencia en la población.

Estas investigaciones son realizadas en ámbitos científicos privados y públicos, por lo que requieren de fondos para financiarse y continuar sus progresos. Este Día Mundial les da la oportunidad a los científicos de visibilizar su rol y recordar la importancia de continuar apostando por una mejor calidad de vida para la humanidad.

Además, durante el mes de octubre las diferentes organizaciones que trabajan para combatir el cáncer de mama intensifican su labor de contención, asesoramiento y ayuda psicológica a las pacientes que están transitando la enfermedad o que han sobrevivido a la misma.

Esto resulta de fundamental importancia, ya que el cáncer de mama no solo afecta la salud física de las mujeres, sino que también impacta de forma grave en su salud mental, reproductiva, sexual o familiar, e incluso en su autoestima, su identidad, y en sus vínculos sociales.

El cáncer de mama puede dejar secuelas físicas que impactan en la imagen corporal, y que pueden generar prejuicios en otras personas, algo que tanto durante como después de la enfermedad repercute en la calidad de vida de las personas afectadas. Por eso, al igual que es importante saber detectar este mal, prevenirlo, diagnosticarlo y tratarlo, es de gran necesidad también saber brindarles a las pacientes la contención y seguridad necesarias, antes, durante y después.