Así lo indicó el vicedirector del conservatorio de música "Ernesto Mogávero", Luis "Quique" de Olaso, quien explicó que esta mañana Hurban, profesor de "Improvisación" en ese instituto, lo llamó por teléfono para anunciarle que, por la trascendencia que había adquirido su caso, no iba a concurrir a dar clases.

En declaraciones a radio América, De Olaso describió al nieto de Estela de Carlotto como un fanático hincha de River que "tiene un sentido del humor muy fino, muy irónico" y manifiesta "un buen humor constante".

"Desde hace muchísimo tiempo es un generador de música de manera constante, con todo tipo de propuestas. Lo más reciente que hizo fue un concierto con la orquesta sinfónica de Olavarría, presentando material propio. Graba constantemente, edita discos, es una máquina de producir música", prosiguió.

De Olaso dijo que a "Guido" -nieto 114 recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo, cuyos dos padres, Laura Carlotto y Oscar Montoya, fueron asesinados por la Dictadura- lo conoce "desde hace unos cuantos años".

"El empezó como estudiante y hoy forma parte del plantel docente. No podría decir que somos amigos, pero somos colegas, tenemos una relación de muchos años en el ámbito laboral pedagógico y musical", añadió.

El docente resaltó que "nadie sabía absolutamente nada de que se había hecho estos estudios (de cotejo de ADN). Fue una sorpresa muy grande para todos. El nunca hizo ninguna mención, que a mí me conste" sobre su condición de hijo adoptivo de la familia Hurban.

"Sabíamos que se había criado en el campo, que vive en Loma Negra, un pueblito cercano, una villa obrera. Nunca trascendieron estas cuestiones de su intimidad. Tampoco sé en qué momento se enteró o sospechó que había sido adoptado o que podía ser un hijo de la época de la represión", subrayó.

El docente destacó que Hurban "de ser un colega, pasó a ser protagonista de una de las situaciones históricas más importantes de los últimos tiempos. Todos (en el conservatorio) tenemos el mismo nivel de sorpresa".

"Hace un ratito -comentó- llamó por teléfono. Lo noté de muy buen humor, de muy buen ánimo. No quise preguntarle dónde está porque sé que todo el mundo está tratando de localizarlo. Estaba muy jovial, de muy buen ánimo. Me puse contento por eso. Me dijo que obviamente no iba a venir a trabajar, cosa que dábamos por descontada".