La docente investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales, Dra. Mónica Berón, dirigió un importante Rescate Arqueológico en las islas de San Vicente y las Granadinas (SVG) ubicadas sobre el mar Caribe en Centroamérica.

El Rescate Arqueológico se realizó a lo largo de un mes y consistió en la recuperación de "petroglifos" (técnica de grabados en piedra), que estaban en peligro porque allí se construirá un aeropuerto. Durante varios años se intentó concretar el rescate con la intervención de distintos países, entre ellos Egipto y Australia; que al no llegar a un acuerdo llevaron a que el gobierno de San Vicente y las Granadinas, convocarán a la Argentina para realizar el rescate.

Fue convocada por la Secretaría de Políticas Universitarias y el Programa FO.AR (Fondo Argentino de Cooperación Sur-Sur y Triangular) del Ministerio del Interior de la Argentina.

Inicialmente, el gobierno de las Islas había solicitado un asesoramiento arqueológico para el recate de los bienes culturales que estaban en peligro, por lo que la Dra. Berón solicitó el aval de las Universidades en las que trabaja: UNICEN (Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires) y UBA (Universidad de Buenos Aires) y el primer viaje se concreto en abril de este año.

La investigadora relató que "tuve varias reuniones con distintos organismos gubernamentales que están involucrados en esto y son ellos lo que me comunican que los más importante para hacer era el salvataje de los petroglifos que iban a ser dinamitados. Al tercer día de la estadía recién fui a ver los petroglifos que estaban en peligro. Estuvieron varios años esperando ese rescate con la intervención de distintos países, entre ellos Egipto y Australia. También hubo equipos canadienses haciendo otro tipo de rescates arqueológicos y están trabajando en este momento de la Universidad de Leiden de Holanda, todo esto es en el área de afectación de la construcción del aeropuerto."

La Dra. Berón, conformó un equipo de trabajo integrado por el Lic. en Geología Horacio Alejo Villalba, también docente de FACSO, el picapedrero Darío Guayanes oriundo de Tandil, y Juan Pablo Villalba, futuro Lic. en Geología. En este sentido, relata: "Estando en las Islas me comuniqué con Horacio (Villalba) para ponerlo al tanto del tema y él me confirmó que era posible hacerlo. Es a partir de ahí que comenzamos a armar el viaje. Entonces, se armó el equipo con el aval de ésta Facultad y del Decano Rafael Curtoni que prestó todo el apoyo para que el equipo fuera aceptado en su composición."

Los primeros contactos se establecieron con el SVG National Trust, el organismo Nacional de San Vicente y las Granadinas a cargo del salvataje, dirigido por Louise Milchell y La Varue Bentick. Por otra parte, estuvieron comprometidos con el trabajo los miembros de la empresa privada encargados de la construcción del aeropuerto, los cuales esperaron 2 años a que los especialistas pudiera realizar el trabajo de salvataje.

Un dato no menor, es que las Islas tienen una economía muy precaria y cuentan generalmente con la colaboración de países como Cuba, Venezuela y Argentina. Actualmente, hay más de 100 proyectos de los cuales 46 son con el Caribe anglófono y 9 son en las Islas de San Vicente y las Granadinas, dentro de los cuales se encuentra el programa de colaboración encabezado por la Dra. Berón.

El rescate arqueológico de los grabados en piedra, comenzó el 26 de mayo y terminó el 18 de junio a cargo del equipo liderado por Berón. Si bien estaba previsto para ser realizado en quince días, se extendió debido a la complejidad y dificultades técnicas que se fueron presentando.

Finalmente, la extracción de los petroglifos, se realizó gracias al trabajo en conjunto entre los habitantes de la Isla y el grupo encargado del rescate. Al respecto, Berón expresó: "En concreto se fue con la idea de rescatar cuatro bloques principales y se terminaron rescatando ocho. Hubo cuatro de esos dibujos que eran nuevos que no estaban registrados por ninguna de las misiones previas, algunos eran figuras individuales y otros eran dibujos múltiples. El último y el que se encontraba a más altura lo terminaron de sacar los mismos San Vicentinos porque al grupo se le acabó el tiempo y algunas de las maquinarias que estábamos utilizando se descompusieron. Lo dejamos listo para que en otras palabras se le diera la estocada final. Era un bloque que pesaba aproximadamente cuatro toneladas, según los cálculos que realizó el geólogo."