La pandemia contribuyó al crecimiento de estas aplicaciones a las que las personas pueden acceder desde sus casas sin la necesidad de salir para consumir. "Durante la pandemia ha aumentado bastante la demanda, si bien al principio estuvimos bastante complicados pero después aumentó en muy poco tiempo", expresó Nicolas, quien trabaja como delivery a través de una plataforma desde febrero del 2020.

Quienes trabajan para estas empresas son jóvenes que necesitan un empleo y lo ven como una salida laboral para al mismo tiempo poder estudiar o realizar otras actividades. "Es algo bueno para nosotros porque cada mandado o cada persona que hace un pedido es trabajo para nosotros", manifestó Leandro que trabaja como delivery hace un año. Sus ganancias dependen del porcentaje aplicado en cada país o ciudad y se pueden sumar adicionales como por ejemplo la distancia que recorren para realizar un envío, el tiempo de trabajo por día, si trabajan los fines de semana, entre otras. Es necesario adoptar las características positivas de estas tecnologías y tener en cuenta las regulaciones, seguros y beneficios para quienes trabajan realizando envíos.

Para trabajar haciendo mandados en plataformas de delivery es necesario contar con un vehículo de transporte que puede ser bicicleta, moto o auto. Además deben gestionarse un monotributo y tener una cuenta bancaria donde puedan depositar desde la empresa las ganancias. Una vez que confirman el ingreso como delivery a la empresa te envían un contrato con todas las normas y cláusulas acerca del trabajo. Además brindan un seguro de vida y contra terceros, también facilitan los elementos para trabajar como la mochila, ropa y barbijo.

En la aplicación de delivery que funciona en Olavarría, Pedidos Ya, cada trabajador puede elegir la cantidad de horas de actividad laboral por día. "Cada uno elige cuántas horas trabajar, qué días, por ejemplo alguien puede elegir trabajar 3 horas o hasta 12 horas", explicó Nicolas. La cantidad de horas a trabajar se define a través de un sistema de turnos que cada uno puede elegir con una semana de anticipación. También tienen la posibilidad de dejar de prestar el servicio si aún no terminó el turno por alguna emergencia. Cada trabajador no puede realizar más de 12 horas por día, este es un límite impuesto por la empresa.

Con respecto a los envíos cada trabajador puede elegir cuales realizar y cuáles no. La aplicación muestra, antes de aceptar el envío, donde hay que retirarlo y a dónde llevarlo. La decisión de qué mandados aceptar y cuáles no lo decide cada trabajador, esto "depende si estas cansado, si es una zona peligrosa, si es muy lejos, si el cliente es dudoso porque se han dado casos de pedidos falsos, gente que por broma entra a la aplicación y hacen pedidos grandes", explicó Leandro.

Un día de trabajo

Durante una jornada laboral la jóvenes que brindan sus servicios de delivery deben marcar su horario de inicio a través de la aplicación y esperar a que lleguen los pedidos. "Un día de trabajo consiste básicamente en ir al centro que sería la zona de inicio de sesión para abrir la aplicación con la cual repartimos, conectar en el horario que corresponde según el turno que hayas elegido y a partir de ahí esperar a que te lleguen los pedidos", explicó Mauricio, quien hace un año y medio que trabaja realizando deliverys a través de la aplicación.

La zona destinada para iniciar la jornada laboral es en Vicente Lopez y San Martín, en ese punto deben conectarse a través de la aplicación y esperar a que lleguen pedidos. "Por lo general nosotros le decimos el ‘spawn’, que en los videojuegos el ‘spawn’ es donde uno aparece, donde uno inicia, por eso le llamamos así a los banquitos en el centro al lado de la iglesia", explicó Leandro.

Durante los días de trabajo quienes brindan servicios para la plataforma de delivery tienen distintas experiencias que viven en cada jornada laboral, algunas buenas y otras malas. Por ejemplo Nicolas, contó que "una vez fui a levantar un pedido a la abuela pepa, sale la chica que atiende y me dice que en 5 minutos sale el pedido. Me quedé esperando, mirando las cosas, tenía ganas de comer algo y me puse a mirar facturas. Me doy vuelta y entra un hombre que yo no sabía quién era en el momento, era el dueño, de mala manera me dice ‘che ¿se te ofrece algo?’, yo le dije que estaba mirando porque por ahí podía llegar a llevar algo. Y me dice ‘ah bueno, pero no se que estabas revisando en la mercadería’, me seguía hablando de mala manera. Yo estaba mirando lo que había para llevar, y me dice ‘yo ya conozco, ya he tenido varias malas experiencias’. Yo le dije que estaba trabajando, que estaba la moto afuera, que estaba con Pedidos Ya. Y me dice ‘si pero ustedes, yo los conozco’, básicamente me quería acusar de que había tratado de robarle un paquete de facturas. Yo obviamente me ofendí, le demostré que estaba ofendido, así que pegue media vuelta y me fui. Donde pegué media vuelta el tipo me empuja y me quiere pegar, de hecho logró pegarme". Este fue un momento que Nicolas tuvo que pasar y continuar trabajando con normalidad como lo hace desde el año pasado.

Otras experiencias durante el trabajo como delivery fueron las que vivenció Leandro, quien comentó que "no se como gente de otras localidades ha podido pedir en Pedidos Ya de Olavarría, yo voy al local, retiro la comida y voy a una dirección que me marcan. Cuando llegó no hay nadie, entonces llamo al cliente, le digo que no hay nadie y el cliente me dice que está afuera. Hasta que me dicen ‘soy de Sierras Bayas’ o ‘soy de Mar del Plata’".

Mientras que en otra oportunidad le tocó "llevar 30 cartones de un litro de leche en la mochila. Tuve que lidiar con el tránsito, en Olavarría no se cumplen mucho las normas de tránsito". Esto fue bastante complicado ya que su vehículo para trabajar es una bicicleta y con la mochila en su espalda transporta los pedidos. A veces es difícil no aceptar un pedido si en el día hubo pocos, debido a que las ganancias aumentan con cada envío. El tránsito es uno de los peligros que deben afrontar diariamente y que pone en riesgo su vida. "Así todos los días, gente que no frena en las esquinas y se manda, que no respeta, que no cede la mano, si es gente en auto o camioneta lo más probable es que si chocamos ellos no se hagan nada y nosotros la pagamos más cara", concluyó Leandro.