Es que aunque el Gobierno oficializó la extensión del congelamiento de alquileres y la suspensión de desalojos hasta el 31 de marzo, mediante el decreto 66/2021, no ocurrió lo mismo con los créditos UVA: ese congelamiento finaliza y las cuotas serán actualizadas entre un 6 y un 9 por ciento, según anticipó el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat.

Las cuotas de los créditos UVA -una herramienta instrumentada durante la gestión de Mauricio Macri al frente del Ejecutivo Nacional- fueron congeladas por primera vez a través del decreto 319 a fines de marzo de 2020 por 180 días (seis meses) y luego el congelamiento se prorrogó con el decreto 767 por cuatro meses más, llevándolo al 31 de enero.

La administración de Alberto Fernández decidió poner en marcha un plan de convergencia en febrero para que se termine de abonar en julio de 2022 las diferencias del ajuste por inflación del período congelado. Sin embargo, esa opción es rechazada por los Hipotecados UVA, dado que aseguran que si se calcula una inflación del 3 por ciento anual más el plan de convergencia, la cuota va a subir "un 160 por ciento".

En ese escenario, en la tarde del domingo último realizaron un "llaverazo" en diferentes puntos del país. En simultáneo, los Autoconvocados UVA apuntaron que "los deudores UVA unidos alzamos la voz una vez más en defensa de nuestros hogares" y criticaron que "el sistema UVA fracasó", mientras que resaltaron que "somos más de 100 mil familias que seguimos atadas a esta usura".

Escalonamiento

Los incrementos serán escalonados, de acuerdo con el esquema de convergencia al nivel del UVA vigente que ya estaba contemplado en el Decreto 767. Según cifras oficiales, asciende a 105.000 el total de préstamos hipotecarios otorgados bajo la modalidad UVA, de los cuales el 70% fue otorgado por la banca pública.

Hace unos días, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, había confirmado que el aumento de las cuotas oscilará entre el 6% y el 9% e irán convergiendo a lo que estipula cada contrato entre febrero y julio de 2022. En una nota aparecida en Infobae durante el fin de semana, se cita que para "un importante banco privado, una cuota promedio que estuvo congelada en 20.000 pesos subirá a 22.000 (10%), cuando debería escalar a 32.000 pesos (60%) sin el esquema de convergencia que justamente fue diagramado para evitar saltos bruscos en la cuota tras el descongelamiento".

El Decreto 767 establece además que la cuota no podrá superar el 35% del ingreso familiar, por lo que si llegara a suceder eso, la diferencia también pasará a extender el plazo final del crédito. Sin embargo, todavía no están definidos los parámetros que se tomarán en cuenta, esto es qué ingresos, qué parte de la cuota se mide, qué sucede con lo que no se paga, entre otros detalles.

Respecto de esa aclaración que aún debe el gobierno, las entidades bancarias estiman que no será un mecanismo automático, sino que cada hipotecado UVA cuyo caso se encuadre en esta situación deberá presentarse ante la sucursal de su banco con los papeles que constaten que la cuota excede el 35% del ingreso familiar.

Gabriel, un olavarriense que adquirió su vivienda por el sistema UVA y teme por lo que vendrá, recordó con amargura que, durante la campaña que lo llevó a la presidencia, Alberto Fernández definía que ese tema era una cuestión de Estado. "Hoy nos soltó la mano, y sin pudores, asegura que se trata de un convenio entre privados", analizó.

Tal vez para escapar de ese dato de archivo y reforzando la postura oficial, los bancos y las fuentes oficiales insisten en que gran parte de los tomadores de estos créditos UVA pertenecen al segmento socioeconómico ABC1 y que, de acuerdo a múltiples cruces informativos, quedó constatado que han realizado operaciones de compra de moneda extranjera importantes durante los meses de congelamiento de la cuota.

Sin embargo, hay que recordar que el simple hecho de ser tomador de un crédito (entre otras condiciones) inhabilitó la adquisición de dólares.

Por tres

"Pedí 720 mil pesos y hoy debo más de 2 millones", había ejemplificado ante EL POPULAR una trabajadora estatal bonaerense que, como tal, tomó un hipotecario UVA en el Banco Provincia en septiembre de 2017 para adquirir la casa a la que se mudó inmediatamente. "Empecé pagando unos 3 mil pesos de cuota, lo que en aquel momento se igualaba con el alquiler, y ahora estoy cerca de los 14 mil", describió a fines de diciembre sobre el asfixiante sistema.

"Se incrementaron los intereses y se triplicó el capital, es una verdadera locura", había calificado la mujer. En consonancia con ella, uno de los integrantes del grupo de Autoconvocados UVA Olavarría aseguró que "el capital adeudado aumentó dos veces más", es decir que se debe multiplicar por 3 el monto tomado originariamente.

Por su parte, Marcelo Mercere, integrante del Colectivo de Hipotecados UVA Autoconvocados, explicó a un medio capitalino que las cuotas deben calcularse aplicando la fórmula establecida en el decreto porque la norma está plenamente vigente y es de orden público, mientras que en el caso del 35% de tope del ingreso familiar, afirmó que aún desconocen cómo se aplicará y les genera muchas dudas qué van a hacer las entidades financieras en ese sentido.

Sobre los aumentos que se vienen, Mercere agregó que el esquema de convergencia al valor del UVA vigente morigera las subas en las cuotas durante los primeros meses, pero "el lado B de la moneda es que de darse una inflación del 3% mensual promedio durante este año, las cuotas subirían 65%. Es decir, los primeros meses suaviza, pero luego la cuota va convergiendo hacia el valor real según contrato y eso hace que la persona vaya pagando por encima de la inflación, hasta que en agosto de 2022 la cuota ya se va a calcular según el contrato. En cuanto a las diferencias generadas, se transforman a UVA y te agregan cuotas al final del crédito", finalizó. Eso, mientras que el capital se continúa indexando, un dato que no es precisamente menor.