"Es una lucha continua y no voy a cesar, por más que digan lo que digan". Con la entereza que ya la hizo característica, Graciela Alderete vuelve a hablar sobre su hijo y la investigación por su muerte. La fecha no es para nada azarosa, son los momentos previos de un día que no es un día más en su calendario. Hoy Germán Esteban estaría cumpliendo 27 años, y en lo que tendría que ser una jornada de festejos hoy todo es dolor e impotencia, con una causa que ya no avanza y que mira cada vez más de cerca el indefectible archivo.

Sin embargo, ella nunca se resigna, más allá de que la vida le aseste un golpe tras otro. Una compleja intervención quirúrgica en la pierna derecha le ha hecho restar movilidad. Pero su enjundia y decisión puede más, más allá de que los médicos le aconsejen que haga reposo. Conscientemente sabe que las cicatrices que hoy luce en piel duelen menos que las que corren por dentro, aquellas que no cierran por más que pasen los años.

Fue así que accedió ante la consulta de EL POPULAR para recorrer el monolito que recuerda su hijo. Se encuentra ubicado prácticamente en línea recta al lugar donde fuera encontrado allá por abril de 2005. Había desaparecido a fines de octubre del 2004, momentos después de despedir a su madre que se dirigía a tomar un colectivo a Sierra Chica, donde vive otra de sus hijas. Graciela nunca supo que ese saludo, que aún hoy lo tiene en su mente como si fuera una foto, sería la última vez que lo vería con vida.

La nota completa en Diario EL POPULAR