Proyecto 'Cosecha Azul': Jóvenes olavarrienses buscan llevar agua potable a pueblos rurales
El proyecto "Cosecha Azul" liderado por jóvenes bonaerenses, con el olavarriense Ponciano Potes como tutor, llega a la etapa final del concurso nacional de ideas "Ideatón Federal". Su propuesta pretende garantizar el acceso al agua potable en pequeños pueblos rurales de la provincia.
Un grupo de jóvenes bonaerenses, conformado por Camila Mujica, Juan Martín Lara, Franco Sotelo, Eric Chareun y Cristian Acevedo, ha llegado a la fase final del concurso nacional "Ideatón Federal" organizado por el Consejo Federal de Inversiones (CFI). El proyecto, llamado "Cosecha Azul", propone solucionar el acceso al agua potable en localidades rurales de menos de 2 mil habitantes.
Ponciano Potes, residente de Olavarría, actuó como tutor del equipo, guiándolos en el desarrollo de esta iniciativa que aborda la problemática del suministro de agua en zonas rurales de la provincia de Buenos Aires. En estos lugares, el agua subterránea extraída por pozos particulares puede presentar problemas de calidad, como la presencia de arsénico, flúor o nitratos.
La propuesta de "Cosecha Azul" busca cambiar el enfoque del abastecimiento de agua subterránea a fuentes de agua de lluvia. Esto se considera una alternativa viable debido al régimen pluviométrico constante en la región durante todo el año. El sistema propuesto incluye un dispositivo de tratamiento del agua recolectada que permite su purificación instantánea antes de ser almacenada.
El dispositivo cuenta con un separador de primeras aguas para eliminar residuos como hojas y otros desechos presentes en techos y canaletas. Luego, el agua pasa por dos filtros, uno de grandes granulados y otro de pequeñas partículas, para eliminar impurezas. Se utiliza carbón activado para eliminar olores y sabores indeseables. Además, se incorpora cloro mediante pastillas para desinfectar el agua y una etapa de mineralización para mejorar su calidad nutricional y sabor.
Una vez tratada, el agua se almacena en una batería de cisternas modulares, cada una con capacidad para hasta 500 litros. Este enfoque modular permite una gestión eficiente del agua y los recursos materiales a largo plazo. El costo del sistema es de aproximadamente $2.232.000 por unidad, y el proyecto tiene como objetivo instalar un sistema en cada una de las 212 escuelas rurales de las localidades sin cobertura de servicios.
Además de la inversión en dispositivos, se contemplan los trabajos de instalación y mantenimiento de techos, y se espera que estas tareas sean realizadas por cooperativas de trabajo locales. El proyecto destaca que el costo per cápita de recolectar agua de lluvia es inferior al 10% de la extracción y tratamiento de agua subterránea, lo que lo convierte en una alternativa económica y sostenible.