La dirección del Registro Nacional de Datos (RNDG) Genéticos le solicitó a la Justicia bonaerense que ordene la toma de muestras de 6.699 reclusos condenados por delitos contra la integridad sexual: se trata del 91% del total de detenidos por este tipo de causas en la provincia.

El registro de violadores fue creado por la ley 26.879, bajo la órbita de la Subsecretaría de Asuntos Registrales, y se reglamentó en julio de 2017. El mismo, determina la toma de perfiles de ADN de condenados con sentencia firme por delitos de integridad sexual y el uso de una base de datos para colaborar en investigaciones judiciales.

En este marco, el director del RNDG, Jorge Dotto, confirmó que el organismo nacional, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, informó al 91% de la provincia de Buenos Aires mediante notas que ordenan "la toma de muestras de ADN de 6.699 condenados".

La solicitud, incluye el pedido de 994 perfiles de ADN del departamento judicial de Lomas de Zamora; 916, de Mercedes; 700, de San Martín; 535, de La Plata; 535, de Quilmes; 463, de Morón; 362, de San Isidro; 307, de San Nicolás; 281, de Azul; 276, de Dolores; 261, de Bahía Blanca; 237, de Trenque Lauquen; 187, Zárate-Campana; 179, Mar del Plata; 157, La Matanza; 81, Junín; 75, Necochea, y uno de Moreno-General Rodríguez.

En febrero, el RNDG ya había tomado muestras mediante hisopados en las unidades 21 y 41 de Campana. También a 44 detenidos de las unidades 13 y 49 de Junín, y a 35 personas que se encuentran libres y fueron citadas al Tribunal Oral en lo Criminal de ese departamento judicial.

El organismo nacional también impulsó en el último tiempo la toma de datos genéticos de Jorge Néstor Mangeri, condenado por el abuso sexual y el femicidio de Angeles Rawson; y del sacerdote Julio Grassi. Este último, penado por abuso sexual y corrupción de menores, se resistió a la extracción según denunció el abogado de las víctimas, Juan Pablo Gallego. Sin embargo hoy, se hará la extracción de ADN en forma compulsiva.

El RNDG fue creado por ley en 2013 y cuenta con dos bases de datos: por un lado, se cargan los perfiles genéticos de las personas que tienen en el país condena firme por delitos sexuales, y por el otro se incorporan los ADN de cualquier rastro biológico que el autor de un abuso no esclarecido haya dejado como evidencia.

Al igual que sucede con el sistema AFIS para identificar huellas dactilares, con el RNDG en marcha se buscarán las coincidencias entre los perfiles genéticos de los condenados y los ADN recolectados en ataques sexuales con autores NN. (DIB)