En medio de un fuerte debate a nivel nacional sobre la presencialidad o no de los chicos en las aulas, el jefe distrital de Educación, Julio Benítez contó cómo ha sido la situación de las burbujas escolares en nuestra ciudad y el fuerte trabajo pedagógico realizado para reforzar contenidos prioritarios.

El partido de Olavarría cuenta con poco más de 1800 burbujas de las cuales, al inicio de la semana, 12 se encontraban aisladas con un total de 20 docentes y 129 alumnos en esa situación.

En este sentido, Benítez afirmó que "lo que más nos preocupa y ocupa tiene que ver con la presencialidad en esas burbujas. Durante las semanas que se había incrementado la cantidad de casos, la presencialidad había disminuido considerablemente. A día de hoy hemos recuperado más del 80% de asistencia en las burbujas que se han formado en el distrito".

Cabe destacar que cada día se realiza un relevamiento de datos en todas las instituciones. Mientras que, hasta este momento se han realizado testeos de Covid-19 en 45 colegios y "todos han dado negativos, por lo que el panorama es alentador. Tanto en el sentido del porcentaje de presencialidad como en el de no contagios al interior de las instituciones".

En cuanto a la posibilidad de la suspensión de las clases en Olavarría, Benítez señaló: "En este momento no están dadas las condiciones para la suspensión de la presencialidad. Hay varias variables para analizar y tener en cuenta que tienen que ver con la ocupación de las camas, la cantidad de casos, la razón entre los últimos 15 días en relación a los contagios y, por ahora, las variables no están dadas para una suspensión".

Lo pedagógico

En el presente ciclo lectivo, los docentes se encuentran trabajando enmarcados en un curriculum prioritario en el cual se priorizan ciertos contenidos que se consideran irrenunciables para los distintos niveles y modalidades educativas. Cabe destacar que, el periodo de intensificación pedagógica para estudiantes que tenían saberes pendientes del ciclo lectivo anterior finalizó el 31 de marzo para el nivel primario y el 30 de abril para alumnos del secundario.

Una vez finalizada esa etapa, se comenzó con lo que se denomina promociones acompañadas. "Se trabaja en el encuadre y el fortalecimiento para todos, pero más aún se están fortaleciendo aquellas trayectorias que estuvieron desvinculadas. Es decir, aquellos que todavía continúan con la necesidad de trabajar con ciertos saberes que han quedado a mitad de camino", aseveró Benítez.

En este sentido, destacó el trabajo realizado por todos los integrantes de los equipos escolares. "Este año se atiende mucho a la diversidad. Esto indica que la corresponsabilidad se hace más presente que nunca, los equipos de orientación al interior de las escuelas, más los docentes y preceptores, está todo el mundo muy atento a las trayectorias de todos, pero más que nada de estos estudiantes que todavía tienen algunas cuestiones por trabajar".

Hay que remarcar que la modalidad es de semipresencialidad, lo cual implica que mientras un grupo de estudiantes tienen clases en el aula, otro la tiene en sus hogares, de manera virtual.

En cuanto a este último grupo, que toma clases no presenciales, Benítez destacó que se deben tener en cuenta los desafíos que ello conlleva. En primer lugar, mencionó las complicaciones que generan "la desigualdad que existe en nuestro país respecto del acceso a la conectividad, el acceso a internet, datos o dispositivos".

De todas maneras, destacó que en estos casos "se sigue garantizando la continuidad pedagógica a través de propuestas que llegan por escrito para alumnos que no tienen conectividad, aun estando los cuadernillos las instituciones elaboraron materiales propios y eso se continúa haciendo".

Sin embargo, aun cuando se tiene acceso a la conectividad aparecen otras complicaciones como "el cansancio que genera el aprendizaje virtual. Además, uno considera que el aprendizaje es con otros, en el aula es donde se debate, dónde está la mediación de un adulto y se aprenden otras cosas".

Presencialidad

La semana pasada, un estudio realizado por investigadores del Conicet, la Universidad de Buenos Aires (UBA) y científicos de otras casas académicas, determinó que la interrupción de las clases presenciales ayudó a disminuir los contagios de coronavirus. Para llegar a esta conclusión, analizaron la situación epidemiológica tanto de CABA como de la provincia de Buenos Aires.

Los investigadores contabilizaron los casos totales de coronavirus desde el 6 de abril, fecha en que se decretó la restricción horaria a partir las 23 horas (en Caba se había permitido una hora más). De acuerdo a los gráficos del informe, tanto en el Conurbano como en el interior bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires creció la curva de infectados por covid-19 pese a esa primera medida.

Posteriormente, el 13 de abril, con la restricción en la circulación a partir de las 20 horas, los investigadores notaron que la curva de contagios se amesetó en un nivel alto. Pero al aplicarse la virtualidad escolar en el Conurbano los cambios fueron notables: al 28 de abril, la cantidad de positivos de covid eran un 30% menos que los registrados el 22 de abril, fecha del inicio de las clases virtuales.

El contraste es marcado respecto de CABA: mientras en el Conurbano se redujo un 30%, en la Ciudad solo cayó 3% desde el inicio de la virtualidad escolar, modalidad que el Gobierno porteño no quiso respetar. En el interior bonaerense, por su parte, los casos aumentaron entre los días 22 y 28 de abril.

Amparo

Este martes, la Fundación Apolo presentó un nuevo amparo contra el cierre de la presencialidad escolar en la provincia de Buenos Aires argumentando que se vulneran derechos constitucionales y pactos internacionales.

Esta Fundación, a través del Equipo de Activismo Judicial que coordina José Magioncalda, presentó una acción de amparo ante la Justicia de la Provincia de Buenos Aires para impugnar el DNU 287/2021 y el Decreto 270/2021, que dictaron, respectivamente, el presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof, mediante los cuales se dispuso el cese de la escolaridad presencial.

La presentación cita el artículo 43 de la Constitución Nacional, que señala que cualquier persona puede interponer una acción de amparo "contra los actos u omisiones de las autoridades que restrinjan o amenacen sus derechos y garantías constitucionales".

En el escrito se advierte que "los derechos fundamentales y garantías reconocidos en nuestra Ley Suprema se vulneran de manera ilegítima, arbitraria e irracional" en la normativa que dictaron Fernández y Kicillof. También se hace mención a que con esas decisiones "se quebrantan los instrumentos internacionales con jerarquía constitucional más elementales sobre los derechos de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes".

"Los decretos dictados —disfrazados de aparente necesidad y urgencia— pretenden, en cambio, establecer de manera arbitraria una limitación y un cercenamiento obscenos del derecho a la educación de nuestros niños, que necesitan imperiosamente asistir a los jardines de infantes, colegios primarios y secundarios, puesto que los especialistas y la ciencia ya han asegurado, una y mil veces, que las escuelas abiertas no implican un riesgo epidemiológico", dice el escrito.