Elma Otamendi, una mujer de 90 años, se dirigió con determinación a la Mesa 172 de UNICEN para ejercer su derecho al voto. A pesar de su avanzada edad, la señora Otamendi no dejó que nada la detuviera en su misión de participar en el proceso democrático.

Con paso firme y una sonrisa en el rostro, Elma se presentó en la mesa electoral, donde fue recibida con amabilidad por los miembros de la mesa. Después de verificar su identidad y comprobar que se encontraba en el padrón electoral, se le entregó una boleta y se le indicó cómo proceder.

Una vez que completó su voto, Elma lo depositó en la urna con una expresión de satisfacción en su rostro. Sabía que su participación era importante y que su voz sería tenida en cuenta junto con la de millones de ciudadanos que también estaban ejerciendo su derecho al voto en todo el país.

Con su ejemplo, Elma inspiró a muchos otros a no dejar pasar la oportunidad de participar en el proceso democrático. Su determinación y entusiasmo nos recuerdan que el voto es una poderosa herramienta para influir en el rumbo de nuestra sociedad.