Su hijo depende exclusivamente de ella lo que le impide salir a trabajar. A duras penas pudo conseguir que la obra social de su ex esposo, Osprera, le pagase los honorarios de una acompañante terapéutica, una persona vital para el desarrollo evolutivo de Adriel pero también que le otorgaría a ella la posibilidad de poder salir a trabajar.

En realidad, el trabajo es algo que necesita imperiosamente porque apenas vive con "500 pesos que le pagan una pensión de 500 pesos más otros 500 que le da la Municipalidad y lo que aporta mi pareja, un ayudante mecánico que si trabaja podemos comer", graficó.

Hoy por hoy, Guillermina necesita para su hijo "una silla de ruedas y un bipedestador" para que pueda estar en la escuela. Pero además pidió un terreno para ir construyendo de a poco una "casita" porque actualmente debe pagar alquiler.

Desde el Municipio indicaron que le otorgaron un lote, mientras que desde la Secretaría de Desarrollo Social le otorgarán materiales para la construcción de la vivienda.