La sociedad minoica, por su parte, gozaba de la celebración de la invocación a la ‘madre tierra’, una fiesta que consistía en la retirada a un bosque de hombres y mujeres para sacrificar animales y ofrecérselos a los dioses junto con todo tipo de prácticas sexuales, incluidas grandes orgías.

Los griegos entendían todo lo relativo al sexo y lo entendían como una necesidad natural, por lo que lo practicaban con total libertad. Al mismo tiempo, proliferaban las relaciones homosexuales en hombres que combatían. Se consideraba que tenían mayor fuerza en las batallas después de un encuentro de este tipo.