Programas de recepción: primera chance para la medicina preventiva
Estas estrategias son claves como primera medida de prevención de la enfermedad respiratoria en el engorde, pero dada la condición en la que llegan los animales, ¿podemos implementarlos -literalmente- en la recepción de los mismos?
En nuestro país, la cadena de producción de carne está generalmente fragmentada entre cría y engorde. El transporte y stress de los animales entre estas dos etapas, sumado a la adaptación a un nuevo entorno, hacen que el sistema sea muy sensible a la aparición de la enfermedad respiratoria. Los animales experimentan una exigencia física de moderada a extrema (golpes, horas parados, falta de agua y alimento), que se incrementa si además hay pasos por feria.
Esto, además puede coincidir con el destete, caravaneo, vacunaciones y otras prácticas sanitarias. Todas las situaciones antes mencionadas generan cambios en el medio interno del animal: hay deshidratación y pérdida de energía, de cloro y potasio, aumenta el cortisol y hematocrito, se produce el descenso del nivel de anticuerpos y pérdida del equilibrio de la serie blanca entre otros.
Estos cambios comprometen el sistema inmunitario y tienen efecto negativo sobre la salud, precipitando la presentación de la enfermedad respiratoria. Los programas de recepción en feedlot son muy importantes como primera medida de prevención de estas problemáticas, pero dada la condición en la que llegan los animales, ¿podemos hacerlos -literalmente- en la recepción?
Programas de recepción
Los programas de recepción son la primera chance para medicina preventiva en el feedlot. Suelen incluir vacunaciones, desparasitaciones y aplicación de minerales. En algunos casos, por la logística que acarrea el movimiento de tropas, todo este proceso es realizado al ingreso de los animales.
Existe muy poca evidencia acerca de la eficacia de esta práctica. Es importante manejar los animales con mucho cuidado y adaptarse según el nivel de riesgo de la tropa.
El diseño y alcance de estos programas debe ser lo suficientemente simple para evitar confusión entre quienes los deben implementar. En general un plan para animales de alto riesgo y uno para bajo riesgo suelen ser suficiente. La determinación del nivel de riesgo de las tropas suele ser subjetivo de cada profesional, pero hay bastante consenso en que los animales jóvenes, livianos, destetados "a culata de camión" y con planes sanitarios deficientes son todas categorías consideradas de alto riesgo. Se incluyen también los animales comprados en mercados concentradores de hacienda y aquellos provenientes de ciertas zonas geográficas.
Vacunación al arribo
Algunos autores indican que deberían esperarse al menos 72 horas post transporte antes de hacer prácticas sanitarias en la tropa; otros dicen que debería darse una hora de descanso por cada hora de transporte que hayan sufrido (15 horas en viaje, 15 horas de descanso). Un estudio australiano reportó una respuesta inmune deficiente por 6 días en animales que fueron transportados por 72 horas.
Asimismo, un metaanálisis publicado en 2019 analizó 17 ensayos realizados mayormente en Estados Unidos y Canadá y concluyó en que no hay ninguna evidencia clara a favor de vacunar los animales el día del arribo. En otro estudio (de la Univ. Estatal de Misisipi) la vacunación al arribo se asoció a una mayor morbilidad de enfermedad respiratoria, mayor mortalidad y menores pesos; según los autores, la inflamación producida por la vacuna podría haber incrementado su riesgo de enfermarse.
Otros autores reportaron menores ganancias diarias de peso en animales vacunados al ingreso, versus animales vacunados 14 días después, además informaron una menor proporción de animales con dos tratamientos en este último grupo. Un punto a considerar es que los trabajos antes mencionados evaluaron vacunas vivas atenuadas. En nuestro país, las vacunas comerciales son en base a bacterinas y virus inactivados (no evitan que aparezca la enfermedad, pero sí disminuyen la morbilidad, excreción viral y mortalidad).
Esto nos genera la necesidad de recabar datos locales sobre esta práctica. Hablamos con Fernando Apa, médico veterinario docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias (UNR.) y coordinador de Conecid (Centro I+D de Conecar S.A), para saber cuál es el esquema que aplica la empresa.
Como lineamiento general, si la tropa está preacondicionada, al ingreso los animales reciben únicamente productos antiestrés y otros productos según su casuística. Si la tropa no está preacondicionada, se hace vacunación completa al ingreso o dos a tres días después.
Respecto a la diferencia entre animales preacondicionados y no preacondicionados, la experiencia de Fernando es de que estos últimos suelen tener menor performance. La empresa realizará ensayos con productos antiestrés de Biogénesis Bagó este año, por lo que pronto podremos ampliar la información local.
Programas de preacondicionamiento
El preacondicionamiento se trata, generalmente, de destetar, vacunar (doble dosis) y desparasitar los animales en origen. Varios autores aportaron evidencias de que animales preacondicionados reciben menos tratamientos por enfermedad clínica y presentan menor morbilidad que los animales no preacondicionados. Hay quienes destacan que el manejo del destete tendría un impacto mayor al de la vacunación.
El destete en origen, manejando los animales en un corral por 10 días con rollo o silo de muy buena calidad, provee de acostumbramiento y aprendizaje del método de alimentación y genera grupos sociales, lo cual tiene efectos positivos en la productividad y salud subsecuente del lote.
Un trabajo realizado en Australia evaluó la diferencia de morbilidad entre animales que estaban adaptados a comer grano en comederos y animales que no al inicio del engorde. Hubo una diferencia de alrededor de 10% de morbilidad entre estos grupos, con mejores resultados en los animales que ya sabían comer.
En países donde el engorde en feedlot es una práctica común, la calidad de los terneros en cuanto a sanidad (vacunaciones previas, antiparasitarios, libres de DvB, etc.) y manejo (animales destetados y acostumbrados a la dieta, etc.) son los parámetros más importantes para tener en cuenta al momento de decidir la compra.
La adquisición de terneros preacondicionados garantiza el progreso de estos y reduce la incidencia de enfermedades. Pensando en la eficiencia futura de los animales, un contrato de manejo y plan sanitario previo a la compra surge como una alternativa interesante a tener en cuenta cuando se adquieren terneros. (Motivar) (Solicitar la bibliografía consultada vía [email protected])