SACA A SU HIJO DE LA ESCUELA PRIMARIA PARA QUE PUEDA CONCENTRARSE A TIEMPO COMPLETO EN LOS VIDEOJUEGOS
Dave Herzog, un empresario de 49 años de Sudbury, Canadá, ha estado "criando" a su hijo, Jordan, para una carrera de deportes electrónicos durante más de una década. Dave, quien desde hace mucho tiempo es jugador, afirma que puso un controlador de juego en las manos de su hijo cuando solo tenía tres años, y no le tomó mucho tiempo descubrir que tenía verdadero talento para los juegos. A los 7 años, ya era un hábil jugador de Halo, y a los 10 años ya estaba superando a los jugadores locales con los que Dave mismo lo había puesto en contacto. Pero fue cuando Jordan ganó su primer torneo de Halo (que le valió USD 2000 en accesorios de juego), que Dave Herzog se dio cuenta que su hijo podría hacer una carrera con eso.
Jordan "Crimz" Herzog, de 16 años, ya es uno de los jugadores fortnitas más exitosos del mundo y, al haberse clasificado para el Campeonato Mundial de Fortnite de este año junto con otros 200 jugadores de todo el mundo, puede ganar una parte de los USD 30 millones de premios en juego. Su éxito no es puro talento. Jordan pasa entre 8 y 10 horas todos los días jugando a Fortnite, come frente a su computadora para poder ver videos de YouTube y conversar con sus compañeros de equipo, y asiste a clases online para no perder demasiado tiempo en el teclado.
Dave Herzog sacó a Jordan de la escuela el año pasado, y no se arrepiente ni un poco de su decisión. Jordan clasificó para el torneo Fortnite principal de este año. Hubo cierta controversia en torno a su decisión, con personas que lo acusaron de abuso infantil, pero él afirma que es solo una cuestión de percepción. "Si fuera deporte o piano, la gente estaría de acuerdo, pero como son videojuegos, lo llaman abuso", dice el padre de Jordan.
El jugador de 49 años admite que, debido a su estilo de vida, Jordan puede no experimentar la vida de un adolescente normal, pero la recompensa aparentemente vale los sacrificios. En cuanto a Jordan, se siente afortunado de tener un padre que lo apoya. Él mismo es consciente de que su misión implica perderse muchas cosas, como sentarse con sus amigos en la escuela, pero ha llegado a ver esto como un sacrificio necesario. Su objetivo es ganar suficiente dinero para no tener que trabajar durante la mayor parte de su vida.