En 2019, un inquilino gastó el 47% de su sueldo en pagar un alquiler. Sin embargo, martilleros de nuestra ciudad aseguran que el incremento durante el año pasado no acompañó la altísima inflación, sino que se fijó en un 30% para que fueran más accesibles para las personas que alquilan, pero también para que el propietario pueda seguir teniendo su propiedad alquilada.

El panorama "fue complicado", aseguró Federico Silveyra. Dijo que muchos inquilinos que pensaban mudarse optaron por suspender los planes. "Entre comisión, depósito y alquiler se les hizo muy difícil teniendo en cuenta el nivel de los salarios. Con un sueldo promedio de 30 mil pesos realmente es imposible".

El año pasado, "la demanda de alquileres se mantuvo, pero los ajustes no subieron más de un 30%", aseguró Mariano Notararigo desde su larga experiencia en el rubro.

Por otra parte, destacó que "con los inquilinos que han tenido muy buen cumplimiento de obligaciones no ha habido problemas para renovar un contrato, en algunos casos han tenido menos del 30% de aumento porque no hemos tenido problemas en llegar a un entendimiento entre propietarios e inquilinos".

La crisis plantó un escenario "complejo", aseguró Santiago Barsi. Como Notararigo, coincidió en que la suba de alquileres no acompañó la inflación porque de ser así hubiese sido muy difícil que un trabajador de clase media pudiera afrontar un incremento que se acercaba al 50%.

"En nuestro caso, el 95% de los propietarios ha sido consciente de la realidad. Los salarios no aumentaron en la misma proporción", apuntaron desde la inmobiliaria Notararigo.

Santiago Barsi también contó que los propietarios "se adaptan a la realidad". Explicó que en una época de crisis y de pérdida de poder adquisitivo "los alquileres no podían acompañar a la inflación. Muchos alquileres quedaron bajos, pero incrementarlos en casi un 50% hubiese sido una locura. Yo siempre he aconsejado que es preferible mantener al inquilino, más aún si ha sido un buen inquilino, que perderlo y no he tenido problemas en esta cuestión porque el que es propietario también entiende".

Panorama

Datos oficiales muestran que durante 2019 los alquileres han subido menos en comparación con lo que sucedió en 2018. Sin embargo, los inquilinos destinaron más de sus sueldos al pago de este compromiso: casi la mitad del sueldo se ha destinado a tener un lugar donde vivir.

El incremento en los alquileres giró en torno al 30%, pero por otra parte los salarios acumularon una pérdida del 9,8% en los últimos 12 meses según el índice de Remuneración Imponible de Trabajadores Estables (RIPTE), elaborado por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación con base en los sueldos registrados por las empresas.

Santiago Barsi apuntó que "los departamentos de una habitación han sido el caballito de batalla de las operatorias de alquileres en los últimos años, pero ahora también cuesta alquilarlos más que nada porque para el inquilino se le hace muy difícil poder afrontar el mes de depósito, la comisión y el alquiler. Hoy mudarse sale muy caro".

Los alquileres de este tipo de departamentos cuesta de 6.500 pesos para arriba. "Depende de la ubicación y de las comodidades". Aquellos más céntricos, con ascensor se ubican en los 12 ó 13 mil pesos más las expensas.

Las expectativas para este año, desde la óptica de los martilleros consultados, es que la economía se estabilice. Este es un factor clave para que todo vuelva a funcionar en un mercado donde la compra-venta está paralizada.

"La demanda de alquileres se mantuvo", sintetizó Mariano Notararigo. Y los departamentos de una habitación siguen siendo los que mueven el mercado. "Casas hay muy poca oferta y lo mismo pasa con departamentos de dos habitaciones por lo que se complica para una familia".

Con un panorama complejo, lo que esperan es que la economía se mantenga estable. "Hay que esperar. Ojalá que las medidas que se tomen rindan sus frutos porque en Argentina se sigue pensando en dólares, vivimos en un país que no valoriza el peso y el que tiene dólares no los gasta hasta ver qué va a pasar, mientras que el que no los tiene tampoco puede endeudarse en dólares".

Santiago Barsi definió un escenario que viene difícil, pero apuntó que "hay que seguir". Por el momento, la clave está en "negociar con el inquilino y con el dueño, y adecuarse a la realidad".