"Yo estudiaba de mañana y de tarde, y acá trabajaba de noche. Y me gustó. Lo que más me gusta es el ir y venir permanentemente, el ida y vuelta con la gente. Empecé en un momento en que venía muchísima gente y entonces era un trabajo muy dinámico, además de aprender algo totalmente nuevo para mí. Lo fui aprendiendo mientras trabajaba, en realidad. El primer día agarré la bandeja y salí, ni tiempo de practicar tuve. Justo llegó una mesa muy grande, de unos muchachos clientes fijos, y había que servir. Personas exigentes, pero buenas, y tengo un grato recuerdo de ellos. Es más, me pusieron un apodo: Peteco, porque dicen que me parezco a Peteco Carabajal", siguió recordando Charly (quien el 5 de agosto cumplirá 30 años), padre de Luca (4). "Era la mesa del recordado Marcelo Berterreix, Pinino Lardapide, Gogui Ciancio, Papón Cruz, el doctor Alonso, entre otros, siempre con muchas anécdotas. También venían visitadores médicos", siguió recordando.

"La situación económica del país fue cambiando y ahora se sale mucho menos, se consume menos. Eso pasa en todos lados. Pero siempre se mantiene ese ida y vuelta con la gente, siempre aparecen mesas nuevas. Viene mucha gente a Piazza Mamma los fines de semana: todos los veranos, a partir del miércoles a la noche, no se para. Desde las 19 hasta las 4 de la mañana con el local lleno, y eso se pone buenísimo para trabajar, como a mí más me gusta, porque no me agrada quedarme quieto", contó.

"Las grandes reservas son para el Día del Amigo, el Día de los Enamorados, para fin de año y también para Navidad, porque es como que la gente despide el año. También hay muchos reencuentros, y durante vacaciones de invierno también porque son un punto de encuentro porque vuelven a encontrarse con la familia y con los amigos, así que vienen a tomar algo o a cenar. Y los viernes, actualmente, se han transformado en un clásico los shows musicales, porque vienen a cantar artistas de Olavarría en los distintos estilos, y eso también se pone bueno. También están las mesas fijas del grupo de señoras que vienen a tomar el té y los cumpleaños, que encargan, se juntan y cenan entre amigos o amigas", agregó.

"No me imaginaba como mozo, en realidad. Yo había soñado, de chico, ser muchas cosas cuando fuera grande: ser aviador por ejemplo, pero después me fui para la rama gráfica. Este iba a ser un trabajo momentáneo y terminó transformándose en el trabajo, rodeado de gente muy buena tanto a nivel clientes como compañeros. Y hoy lo disfruto plenamente", terminó contando Charly Tonelli.