Alrededor de cinco meses después, los expertos Viviana Rahhal y Fabián Irassar viajaron a la ciudad checa para intercambiar los primeros resultados acerca de la hidratación del cemento con residuos minerales y trabajar en laboratorios equipados con la más alta tecnología. Allí se fijaron pautas mínimas para el uso de los residuos cerámicos, como los niveles de reemplazo y tamaños de las partículas, con el objetivo de analizar las interacciones con los distintos tipos de cementos, para ser incorporados en volumen dentro de la industria y generar un impacto considerable en el cuidado de los recursos no renovables.

Una nueva visita a principio de este año de los ingenieros extranjeros permitió delinear las futuras publicaciones que se realizarán para ser difundidas en el ámbito académico internacional, donde se espera que el impacto de la investigación derive en una nueva generación de cementos. Con todo, Olavarría se instala como una ciudad referente a nivel nacional para impulsar el desarrollo de materiales sustentables, con mejores propiedades, y amigable con el medio ambiente.