Teresa, la protagonista de una estafa que finalmente se pudo frenar
"La bronca es conmigo porque me dejé embaucar", repite Teresa Peñaloza una y otra vez. Todavía la tiembla la voz cuando le cuenta a EL POPULAR que fue protagonista de una estafa en menos de una hora y en nombre de la reparación histórica. El hecho ocurrió el martes a la tarde, justo tras el cierre bancario. Una llamada a nombre de Juan Carlos López, proveniente de un estudio jurídico porteño y con la promesa de cobrar 357 mil pesos, fue lo que escuchó.
"La habían llamado a mi hermana, al fijo, porque ahí vivía hasta hace un año mi mamá, que falleció. Preguntaron por ella, diciendo que tenía por cobrar una cuota de la reparación histórica. Mi hermana le dio mi número porque yo soy la apoderada" y así comenzó la odisea.
"Me hablaron tan rápido que no me acuerdo el nombre del estudio jurídico; sí que quedaba en Córdoba 720, en Buenos Aires y el teléfono era de allá. Eso fue a las 3 y 10 de la tarde. Me dijo que estaban terminando con los juicios de la reparación y estaban apurados por hacer la firma y cerrar el caso, que tenían que depositarme el dinero. Me dio el número de resolución y del fallo pero nunca le hicimos un juicio a mi mama por reparación histórica", detalla la mujer de 62 años, que vive en el barrio San Lorenzo.
Después le consultó si tenía una cuenta bancaria y la apuró para que fuera hasta el cajero automático. Teresa, abrumada ante tantos datos e información, decidió tomar un remís mientras el "señor" la iba emplazando y la llamaba cada 10 minutos.
"Me dijo que tenía 357 mil pesos para cobrar y me anuló con semejante cifra. No me dejó pensar. A las 15.35 llegué al banco. Me preguntó cuánta plata tenía, no le quise decir. Me dio un CBU... Hace 30 años que manejo caja de horro y cuenta corriente y no sé cómo caí...", comenta, con enojo.
"Sigo con bronca"
El cajero le rechazaba la tarjeta y tuvo que repetir el procedimiento hasta tres veces mientras "dábamos vuelta y el me seguía conversando durante más de 20 minutos. Eso fue en el banco COMAFI, que estaba cerrado ya. El tipo me decía que fuera a Transferencias y pusiera su CBU. En el tercer intento entró. Tenía 2600 pesos y se quedo con mi plata. Al revisar la cuenta me di cuenta de que ya no tenia mi plata y me seguía hablando diciendo que me fuera del banco porque hacia mucho que estaba y no era conveniente por si pasaba la Policía"
Al reclamarle los 357 mil pesos, "me dijo que mi cuenta era no declarada y tenía un límite". Después cortó y ella quedó tan bloqueada que se largó a llorar. Uno de los empleados del banco salió en su ayuda y "le conté que me habían robado, así que enseguida me pidió la tarjeta y el DNI y el gerente empezó a hablar por teléfono con los abogados especializados en estafas que tienen. La otra cuenta era del banco Macro. La bloquearon y me devolvieron la plata", relata, tres días después, con un nudo en la garganta.
"Sigo con bronca, conmigo, porque una parte de mí sospechaba que me estaban haciendo una estafa pero a la vez me ilusioné. Es la necesidad... Cobro muy poquito y tengo deudas. Estoy pagando mi jubilación, me la están descontando así que esos 2600 pesos son un poco menos del 50% de lo cobro todos los meses", argumenta Teresa, con mucha angustia.
Aún así y a pesar del mal trago, destaca la actitud del banco COMAFI, de sus empleados y sólo tiene palabras de agradecimiento porque actuaron rápidamente, "me pidieron todos los datos de este supuesto abogado" y lograron frenar que se esfumara casi la mitad de sus haberes.