Es por ello que en Olavarría, el intendente comenzó su campaña recorriendo barrios y acotando su mensaje electoral a lo estrictamente local y respaldándose en la gobernadora, María Eugenia Vidal, que mide diez puntos más que el Presidente.

Galli está bien en los barrios y las críticas que le hace la oposición con frecuencia no está llegando a los sectores más marginales.

El Intendente está siete puntos arriba de Macri y tres por debajo de Vidal, por lo tanto, no hay que ser demasiado inteligente como para darse cuenta que la estrategia de Galli es la correcta.

A falta de referencia nacional para Eseverri, el jefe comunal tendría que polarizar con Federico Aguilera quien hoy absorbería todos los votos de Cristina Kirchner en lo local, esto es, entre 27 y 30 puntos aproximadamente.

En tanto, Federico Aguilera asiste con cierto optimismo el crecimiento de Cristina, fruto de la crisis económica y siente que está cerca de poder sentarse esta vez en el sillón de Amparo Castro. Por su parte, el diputado César Valicenti buscaría sumar a Capuano pero para ello debe convencer a Santellán y luego al resto de la Séptima para poder ocupar los dos primeros lugares de la lista con dos olavarrienses. Y no se sabe qué le será más dificil.

Pero José Eseverri está bien por sí mismo, algo que no le serviría de mucho en una elección. Efectivamente, si Lavagna no se lanza, al ex intendente no le quedaría otra alternativa que jugar con una boleta corta, e históricamente el corte de boleta no es demasiado como para beneficiarlo. Por lo tanto, y después de negar cualquier vínculo electoral con Unidad Ciudadana, Eseverri debe estar implorando a los cielos que Alternativa Federal sume aunque sea unos veinte puntos. Eseverri espera

José Eseverri espera ansioso el armado de una referencia nacional. También Eduardo Rodríguez, quien se maneja mucho más cerca de Sergio Massa mientras que el ex intendente lo hace con Alternativa Federal como un espacio general.

La suerte de Lavagna parece estar atada al acuerdo de los gobernadores peronistas porque hasta el momento ha juntado más socialistas y radicales desencantados con Cambiemos que peronistas. Un error similar estaría cometiendo Mauricio Macri, quien ha corrido demasiado a Emilio Monzó, un hombre que le supo junta el voto peronista que lo acompañó hasta ahora.

Y esta es la crítica que le hacen al ex economista de Duhalde y Kirchner, el no preocuparse por sumar peronistas y no haber armado aún una liga de gobernadores que lo vincule mucho más al peronismo no K.

En su afán de conformar un frente amplio, Lavagna se olvidó del peronismo. Los tiene en su mesa chica a Amondarain, Eduardo Camaño y a Eduardo "Bali" Bucca, los dos primeros prácticamente fuera de carrera y el último que pertenece a la Sección electoral más pequeña de la Provincia.

Por lo tanto, José Eseverri aguarda afanoso el armado de Alternativa Federal porque caso contrario se le achicarían sus posibilidades de volver al Palacio San Martín. Hoy mide bien y la gente guarda un buen recuerdo de sus gestiones, pero le falta un espacio nacional que mida por lo menos 20 puntos en lo local.

Lo tiene adentro a José Gervasio González Hueso pero no habla con Adriana Capuano, quien sigue escuchando a Miguel Santellán.