A partir de ahora, añadió Dombrovskis, se deberá considerar "dos elementos adicionales" al considerar la autorización de exportaciones: reciprocidad con el país de origen, y proporcionalidad en los pedidos. Hasta ahora solo se utilizó este mecanismo para frenar la salida de vacunas una única vez en el mes y medio que lleva en marcha y fue para bloquear una partida de AstraZeneca preparada para el envío desde Italia con destino a Australia.

En respuesta, el Gobierno de Reino Unido subrayó que el proceso de desarrollo y reparto de las vacunas contra la Covid-19 es "una operación internacional" y confía en seguir trabajando con Bruselas para garantizar el suministro de dosis. "Estamos combatiendo la misma pandemia", advirtió. Un poco más duro, el primer ministro británico Boris Johnson advirtió a la UE contra los "bloqueos arbitrarios" de vacunas.

Horas después, sin embargo, la Comisión Europea y el Reino Unido afirmaron en una declaración conjunta que estaban trabajando para encontrar una solución "mutuamente beneficiosa".

Dosis escondidas

La revisión de las normas de autorización de exportación de vacunas ocurre en medio de una agria controversia entre la UE, el laboratorio AstraZeneca y las autoridades del Reino Unido. Fuentes de la Comisión indicaron que la UE es el principal exportador de vacunas anticovid en todo el mundo, pero que no recibe vacunas producidas en territorio británico.

Para avivar aún más esta controversia, las autoridades italianas descubrieron escondidas en un depósito unas 29 millones de dosis de la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, supuestamente preparadas para su exportación a Reino Unido, y cuya existencia no había sido informada ni al Gobierno italiano ni a las autoridades comunitarias. Las dosis fueron encontradas en una planta de la empresa Catalent, cerca de Roma. Télam