Los objetivos a perseguir será garantizar el derecho a estas prácticas legales y reducir las muertes maternas por aborto. Estas iniciativas responden a una preocupación que el ministro de Salud, Alejandro Collia hizo pública esta mañana. "Observamos que, si bien teníamos un protocolo de atención al aborto no punible adaptado a la última resolución de la Corte Suprema, se presentaban controversias, dilaciones y dudas entre los profesionales sobre cuándo y cómo hacer las prácticas".

A partir de ahora, con estas nuevas medidas, si todos los médicos de un hospital provincial presentaran objeción de conciencia, es decir, si se negaran a efectuar un aborto no punible, se acudirá al equipo móvil. "De esta manera, se evita revictimizar a la mujer y resolverle el problema en el hospital al que acudió, sin necesidad de ''pasearla'' de un lugar a otro en una circunstancia de tanta angustia", explicó Marisa Matia, coordinadora del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable.

Con todo, se busca evitar que a las mujeres se les niegue la práctica abortiva en "condiciones sanitarias seguras toda vez que haya sido víctima de una violación (tal como lo establece el Códico Penal), más allá del tiempo de gestación y de que algún médico pueda presentar objeciones para efectuarla ya sea por consideraciones morales o religiosas", explicaron los especialistas.