"El objetivo de cada una de las obras que realizamos es mejorar la vida de los bonaerenses. Para nosotros es una alegría poder ver que muchas de estas obras que se esperaban hace décadas hoy son una realidad para todos los vecinos", sostuvo Luis Giménez, subsecretario de Infraestructura Hidráulica de la Provincia de Buenos Aires.

Desde el Gobierno indicaron que actualmente se están llevando adelante grandes obras en las cuencas emblemáticas del territorio provincial (Río Salado, Río Luján, Río Reconquista, Matanza-Riachuelo y Región Capital), beneficiando a 113 municipios y a más de 12 millones de bonaerenses, con una inversión de casi más de mil millones de dólares. Además, ya está finalizada la primera etapa estructural de obras en la Región Capital, que ayuda a mitigar desbordes en las zonas de La Plata, Berisso y Ensenada.

"Al asumir la actual gestión todas las obras en las grandes cuencas estaban paralizadas y en caso de inundaciones no se disponía de botes para asistir a los damnificados", se destacó.

Según se informó, el impacto directo de las obras es el resguardo de los cascos urbanos y la recuperación de miles de hectáreas para la producción agrícola-ganadera en el interior bonaerense ante fuertes lluvias. Sólo en la Región Dolores, por ejemplo, la superficie beneficiada es de 1.056.186 hectáreas.