En una jugada impactante que sacude al núcleo del transporte urbano de Buenos Aires, las empresas de colectivos han comenzado a operar con restricciones significativas. Este cambio drástico, motivado por el reciente y abrupto aumento del precio del combustible, pone de manifiesto una situación crítica en el sector del transporte público.

Según voceros del sector, estas empresas, que ya lidiaban con congelamiento de ingresos y una creciente deuda estatal, se ven ahora forzadas a reducir la frecuencia de sus servicios. Este escenario complejo se presenta tras el anuncio del ministro de Economía, Luis Caputo, sobre recortes en los subsidios a colectivos y un aumento en el precio del boleto mínimo a nivel nacional, previsto para el 1° de enero​​​​.

Las cámaras empresariales del sector han comunicado que, ante el aumento del 37% en el precio del gasoil esta semana y la devaluación impactando directamente en la mayoría de los insumos, las empresas operadoras han tenido que realizar restricciones de servicio de diferente magnitud. Estas medidas buscan evitar una paralización total del servicio por falta de recursos. Además, la falta de acreditación de las compensaciones tarifarias del Estado agrava la situación, generando incertidumbre sobre el pago de aguinaldos​​.

Luciano Fusaro, gerente de Aaeta, y Mario Vacca, titular de Cetuba, han destacado que estas medidas no son planificadas, sino una respuesta a la crisis financiera. Fusaro señala una reducción del 10% en kilómetros recorridos, mientras que Vacca lamenta la falta de uniformidad en las medidas entre diferentes empresas, subrayando la grave deuda estatal con las compañías. El temor a no poder afrontar los pagos de aguinaldo es palpable, y ambos líderes del sector expresan su preocupación por posibles medidas gremiales en respuesta a esta situación​​​​​​.