Trabajadores de las empresas HM, TRC y Celanova fueron brutalmente reprimidos por efectivos policiales cuando se encontraban en dependencias del Municipio, adonde habían sido convocados por el Intendente para mantener una reunión destinada a buscar una salida al conflicto generado por el cierre de las tres fábricas del PIDA II.

Todo comenzó cuando los obreros tomaron conocimiento que no iban a ser recibidos por José Inza, razón por la cual habrían tratado de ingresar y fueron golpeados por uniformados, que recibieron la orden de no dejarlos avanzar.

Además se escucharon en el lugar un par de disparos; en principio se dijo que eran postas de goma, pero después voceros policiales aclararon que sólo eran cartuchos de estruendo. Como saldo de esa situación, cuatro trabajadores debieron ser trasladados al Hospital Pintos con heridas de diferente consideración (costillas fisuradas, heridas cortantes y hematomas en la cabeza) y otros fueron llevados detenidos a la Comisaría Primera de Azul.

En la antesala del despacho comunal quedaron las huellas de lo sucedido: vidrios rotos -desparramados por todo el lugar-, equipos informáticos y papeles tirados en diferentes partes.

La represión generó el repudio no sólo de los empleados y de sus familiares sino de muchos vecinos y representantes de diferentes entidades gremiales, políticas y sociales que se apostaron frente al Municipio para apoyar a los obreros de las fábricas en conflicto. También concejales de distintos espacios se acercaron para tratar de buscar una salida a la problemática.

Fuente El Tiempo de Azul