La Cámara de Diputados convirtió en ley la creación de un sistema único de talles de ropa en todo el país que responda a medidas corporales reales, desde marzo pasado tenía media sanción del Senado.

Se aprobó por amplia mayoría: 163 votos a favor, ninguno negativo y 8 abstenciones. La norma cuenta con el aval del sector productivo. En seis meses tendrá que estar lista su reglamentación.

 La necesidad de contar con una ley de talles surgió hace casi veinte años motivada por las dificultades que enfrentan las personas de todas las edades para encontrar ropa acorde a sus medidas. Desde entonces, asociaciones de consumidores y organizaciones que promueven la diversidad de los cuerpos y la lucha contra los estereotipos alzaron la voz para pedir una legislación a nivel nacional que facilite el cumplimiento de un sistema de talles unificado por parte de la industria.

Anoche, después de muchos años de idas y vueltas, ese anhelo se hizo realidad: en la última sesión del año, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de ley que desde marzo pasado tenía media sanción del Senado. La iniciativa llegó al recinto tras un acuerdo de todos los bloques para incorporarlo al temario de la sesión especial de ayer. Se votó sin debate, sin disidencias, en forma exprés, tal como llegó del Senado, obteniendo 163 votos a favor, ninguno negativo y 8 abstenciones.

"El talle único no es el único talle" y "Vestirse es un derecho, no un privilegio", expresaron quienes promueven una moda inclusiva y sin estereotipos.

Establece un sistema único de talles -se llama SUNITI: Sistema Único Normalizado de Identificación de Talles de Indumentaria- con medidas corporales estandarizadas para fabricar, confeccionar, comercializar e importar indumentaria destinada a la población a partir de los 12 años.

Para eso, especifica que las medidas reales de los argentinos se obtendrán del estudio antropométrico que el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) viene desarrollando desde 2014 y que será actualizado cada 10 años, con la misma periodicidad que se hace un censo, para tener en cuenta distintos factores como los cambios alimenticios que puede atravesar la población, los avances generacionales y las movidas migratorias que influyen y modifican los talles.

Sucede que, desde hace mucho tiempo, la ropa de los argentinos se ha fabricado en base a parámetros europeos o de otros países.

El estudio antropométrico requiere de 12 mil a 15 mil muestras provenientes de las cinco regiones representativas del país (NOA, NEA, Centro, Cuyo y Patagonia) y hasta el momento se completó cerca de la mitad. La ley dice, en su artículo 4°, que el primer estudio debe estar finalizado dentro del período de un año a partir de su sanción.

La nueva norma regirá tanto para indumentaria como para calzado. Los comerciantes, fabricantes e importadores deberán adherir a cada producto una etiqueta que tendrá que "estar contenida en el pictograma correspondiente, de manera cierta, clara y detallada, siendo de fácil comprensión para el consumidor". Además, todos los comercios tendrán la obligación de exhibir en un lugar visible un cartel (cuyo tamaño mínimo será de 15 por 21 centímetros) con la tabla de medidas corporales normalizadas. (Infobae).