El Gobierno argentino está preparando una ofensiva diplomática para aislar a Venezuela de los organismos de integración regional. Con el apoyo de Javier Milei, Diana Mondino, ministra de Relaciones Exteriores, y su equipo están promoviendo acciones para presionar al régimen de Nicolás Maduro. Esta postura fue planteada en la última reunión de la CELAC y será llevada a una cumbre del Consenso de Brasilia en los próximos días. La Casa Rosada está respondiendo al fraude en las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela y al reciente asedio del régimen de Maduro contra la embajada argentina en Caracas, donde residen como asilados seis opositores de María Corina Machado. A pesar de las presiones del chavismo para desalojarlos, el operativo no tuvo éxito, y el hostigamiento disminuyó tras el exilio de Edmundo González Urrutia en España.

El régimen de Maduro también intentó revocar el “beneplácito” otorgado a Brasil para custodiar la embajada, lo que generó repudios regionales e internacionales. Países como Chile, Uruguay, Paraguay, y España expresaron su rechazo, y Brasil ratificó su compromiso de proteger los intereses argentinos. La decisión de Venezuela de expulsar a diplomáticos de varios países que condenaron el fraude electoral fue calificada de "inédita" por el entorno de Milei. Mientras tanto, naciones como Brasil, México y Colombia, que mantienen una postura más cercana a Maduro, aún no han reconocido oficialmente los resultados de las elecciones y exigen la presentación de actas oficiales que los certifiquen.