"Valientes navegantes de mares turbulentos": Gonzalo Chávez homenajea a los economistas bolivianos
Con su característico estilo cargado de ironía, picardía y verdades incómodas, el economista Gonzalo Chávez rindió un emotivo homenaje a los profesionales de la economía en Bolivia en el Día del Economista, resaltando su labor estoica en medio de un panorama económico complejo y lleno de retos. En un discurso que mezcló humor, agudeza y crítica constructiva, Chávez destacó el papel esencial de los economistas como “navegantes de mares turbulentos” y mártires de la oferta y la demanda.
“Hoy rendimos homenaje a ese ser estoico, valiente, casi mítico, conocido como el economista. Un profesional que, armado únicamente de cifras, gráficos y un café frío, se atreve a descifrar la alquimia compleja de la economía boliviana”, inició Chávez, capturando la esencia del trabajo de los economistas que enfrentan no solo los retos técnicos de su labor, sino también las críticas de aquellos que simplifican conceptos económicos.
La diversidad en la economía: un espacio para todos
Chávez celebró la pluralidad de corrientes económicas en el país, recordando que “no importa la escuela del pensamiento, todos son bienvenidos. Keynesianos, monetaristas, estructuralistas, o esos valientes marxistas ya casi en extinción que aún creen en utopías fiscales. Todos tienen su lugar en esta compleja trama, en la casa de los economistas”.
Y no dejó de lado a los libertarios, dedicándoles un comentario irónico pero cargado de observación social: “Mención especial merecen los revividos libertarios, guauitas de pecho, quienes creen haber descubierto el agua tibia del mercado y tener la solución mágica, gritando: ‘¡Viva la libertad, carajitos!’, mientras se dejan crecer el cabellito y las patillitas.”
Un llamado a la reflexión en medio de las dificultades
El homenaje también incluyó una reflexión sobre los retos y malentendidos que enfrentan los economistas en su trabajo diario. “Porque si bien muchos los consideran agoreros de la crisis o gusanos del pantano neoliberal, son ellos quienes nos recuerdan, con una mezcla de amor y realismo, que la economía es como el fútbol: todos opinan, pero pocos entienden el reglamento de la oferta y la demanda.”
Chávez destacó la importancia de decir verdades incómodas, incluso cuando estas no son bien recibidas: “A los economistas bolivianos que bajo gobiernos de cualquier color o especie siguen insistiendo en decir verdades incómodas, esas que nadie quiere escuchar, pero que todos deberían hacerlo. ¡Salud a todos ellos!”
Un cierre cargado de humor y gratitud
Con su característica mezcla de humor y crítica, Chávez concluyó su homenaje con un guiño a la paradoja de celebrar un día que pocos conocen en profundidad: “No tengo la más remota idea de por qué hoy es el Día del Economista, pero si han decidido mimarnos a los mártires de la oferta y la demanda, felices recibimos sus abrazos y sus intrigas.”
El mensaje de Gonzalo Chávez no solo resaltó la importancia de la labor de los economistas en Bolivia, sino que lo hizo con el tono único que lo caracteriza: una mezcla de ironía, agudeza y un profundo respeto por quienes se dedican a descifrar los complejos entramados de la economía nacional.