Bolivia: de potencia energética a país de tránsito, según análisis de Gonzalo Chávez
El reconocido economista Gonzalo Chávez ofreció un duro y detallado análisis sobre la actual situación del sector hidrocarburífero en Bolivia, tras conocerse que los gasoductos bolivianos serán utilizados para transportar gas argentino hacia Brasil. Lo que para el Gobierno se presenta como un “hito histórico”, para Chávez representa la culminación de una política energética fallida que transformó a Bolivia de una potencia exportadora de gas en los años 90, a un simple país de paso.
“El gobierno celebra con fuegos artificiales prestados y discursos reciclados. Es la triste coronación de una política hidrocarburífera que comenzó con promesas de soberanía y terminó con un letrero que dice: ‘se alquila ductos’”, afirmó el analista. Chávez ironizó al calificar a Bolivia como el “minibús de los hidrocarburos”, que si bien conoce el camino, ya no tiene el producto.
El economista recordó que, en el pasado, Bolivia exportaba más de 6.500 millones de dólares en gas a Argentina y Brasil, pero hoy, ese volumen se ha perdido. Alquileres como el del ducto actual traerán ingresos marginales en comparación con las cifras de antaño. “Es como vender la vajilla para comprar pan”, sentenció.
Entre las causas del fracaso, Chávez mencionó la falta de inversión en exploración, el mal diseño de la nacionalización, el rechazo a la inversión extranjera, y la desconexión con los mercados internacionales. “Hoy no hay ni gallina ni huevos. Se hablaba de industrialización, de LNG, pero se les olvidó lo más básico: para producir gas, hay que buscar gas”.
Con tono crítico, pero pedagógico, Chávez concluyó que Bolivia se ha convertido en un país “Uber moderno” del gas: transporta un producto que no le pertenece. Y aunque la acción genera ingresos, estos son considerados por el experto como “caja chica”, muy por debajo de lo que el país perdió por no sostener una política energética sólida.
El análisis se difunde en un contexto donde el Gobierno intenta mostrar resultados en el área energética ante una crisis de divisas y escasez de combustibles, mientras la opinión pública exige transparencia y soluciones de fondo.