El vuelo OB1765 de Boliviana de Aviación (BoA), programado para cubrir la ruta Miami-Santa Cruz con salida a las 11:30, protagonizó un incidente que generó malestar entre los pasajeros. Según reportes, los pasajeros estuvieron abordo de la aeronave durante cuatro horas antes de ser desembarcados, inicialmente con la explicación de “problemas en el aeropuerto”, que luego fue cambiada a “problemas técnicos” relacionados con una pieza defectuosa que BoA no pudo reemplazar a tiempo.

El incidente, que ha desatado críticas en redes sociales, ha sido calificado como “una más de BoA” por los afectados, quienes lamentaron la situación y expresaron su frustración con la calidad del servicio de la aerolínea estatal.

Respuesta de BoA

En un comunicado oficial, Boliviana de Aviación confirmó que el vuelo en cuestión fue suspendido debido a “mantenimiento no programado”. Según la aerolínea, durante las inspecciones previas al vuelo se detectó un problema técnico que obligó a activar protocolos de seguridad para garantizar la integridad de la operación y la seguridad de los pasajeros y la tripulación.

“Este evento técnico… obligó a la aplicación inmediata de nuestros protocolos de seguridad”, explicó BoA en su comunicado. Asimismo, la aerolínea aseguró que su equipo trabaja con celeridad para minimizar el impacto en los itinerarios de los pasajeros, incluyendo la reprogramación del vuelo.

Impacto en los usuarios

Los pasajeros afectados señalaron que el manejo de la situación fue confuso e ineficiente. “Primero nos dijeron que era un problema del aeropuerto, luego que el avión tenía un desperfecto. La falta de claridad y de soluciones inmediatas es frustrante”, comentó uno de los viajeros.

En contexto

BoA ha enfrentado críticas recurrentes por problemas en sus operaciones y calidad de servicio, lo que ha puesto en tela de juicio su capacidad para manejar contingencias y garantizar estándares de atención al cliente. Este incidente refuerza las demandas de usuarios por mejoras sustanciales en la aerolínea estatal.

La situación plantea nuevamente la necesidad de revisar los protocolos y la disponibilidad de recursos de BoA para evitar futuros inconvenientes y recuperar la confianza de los pasajeros.