La permanente y cada vez mayor migración rural hacia las ciudades en busca de mejores oportunidades de progreso, crea en los grandes centros poblados crecientes necesidades de nuevas urbanizaciones.

En este escenario hizo su aparición, hace 28 años, TERRASUR, la empresa inmobiliaria posicionada como la más importante del país, para satisfacer las necesidades de vivienda de las familias bolivianas, atendiendo a 20.000 clientes.

Los proyectos de desarrollo encarados por esta empresa están respaldados por diseños y estudios técnicos, amigables con el entorno paisajístico y con profundo compromiso ambiental, que se puede comprobar por el plantado de árboles en todas sus urbanizaciones.

Tenemos que reconocer que las ciudades –los mayores centros de atracción de las migraciones- albergan en su seno a los más grandes procesos productivos, que son el motor que impulsa el desarrollo de los países, consecuentemente los mayores centros de empleo en todos los países, incluidos el nuestro.

Además, las ciudades facilitan la interacción económica y social de las familias, demandando mano de obra calificada, vinculando procesos productivos y proveedores de insumos, porque tienen los mejores centros de formación de profesionales.

La complicada topografía que tiene la ciudad de La Paz hace que, desde finales de la década pasada, atraviese por serios problemas en la identificación de áreas de expansión urbana.

A diferencia de ciudades como El Alto, Santa Cruz o Cochabamba, donde la mancha urbana puede crecer sin muchas restricciones en todas las direcciones posibles, nuestra ciudad está confinada por laderas y ríos que le dan su característica forma de hoyada.

En este contexto, TERRASUR se convierte en la mejor respuesta al problema de crecimiento de la ciudad, que se ha convertido en una alternativa real, útil y práctica de oferta de lotes de terreno para atender la demanda de crecimiento de la población de la ciudad y sus alrededores.

Con urbanizaciones ubicadas en diversos sectores de la ciudad, la oferta de la empresa está destinada a cubrir toda la gama de estratos económicos de la población que necesita vivienda propia. Sus urbanizaciones en Viacha y El Alto ofrecen respuestas concretas a familias de escasos recursos económicos. Urbanizaciones en Achocalla, Avircato, Achumani y El Palomar entre otras, están destinadas a familias de clase media y, finalmente urbanizaciones como Villa del Sol y Sequoia están orientadas al segmento VIP de la población.

Las empresas inmobiliarias, legalmente constituidas como TERRASUR, desarrollan sus actividades enmarcadas en la planificación y regulación del uso del suelo, dispuestas por el municipio, que proveen el marco legal que determina la localización de las urbanizaciones en el espacio urbano.

El compromiso de TERRASUR con las familias que forman parte de sus programas de vivienda propia, va más allá de dotarles de vivienda, con todos los servicios básicos necesarios. Se complementa con una adecuada infraestructura, que forma parte de las urbanizaciones, como la ejecución de obras de infraestructura vial, servicios básicos y obras de control hidráulico de ríos. Éstos, algunos ejemplos: 

- Puente vehicular al ingreso de la Urbanización Retamani.- Puente vehicular y bóveda de hormigón armado en la Urbanización Sequoia.- Redes de agua potable y alcantarillado sanitario en diferentes urbanizaciones como la Suiza II, III, IV y V. Retamani I, II y III Mirador de Retamani y otras.- Las urbanizaciones de Retamani, La Suiza II y Colinas de Aranjuez, cuentan con plantas de tratamiento de aguas residuales, que las convierte en las únicas urbanizaciones en La Paz que cuentan con sistemas de tratamiento de aguas.- Obras de protección hidráulica en el rio Kelkata, para impedir que en época de lluvias ingrese mazamorra al sector de Avircato.- Obras de control de cuencas en los ríos La Paz y Sayto, Aleluyani, así como en el río Huacallani, que benefician a los habitantes de la región con obras confiables y duraderas.

Los proyectos desarrollados por TERRASUR tienen vías empedradas, cordones de acera, servicios básicos como agua potable y energía eléctrica, la oportuna habilitación de líneas de transporte público, y la plantación de más de 10.000 plantines, lo cual revaloriza los terrenos del sector.

Aparte del beneficio de la casa propia, el desarrollo de las urbanizaciones también permite generar en forma directa e indirecta a más de 1.200 fuentes de empleo.