La Asociación Española de Pediatría actualizó sus recomendaciones sobre el uso de pantallas en la infancia y adolescencia, extendiendo la prohibición para menores de 6 años. Para niños de 6 a 12 años, se sugiere limitar su uso a una hora diaria. Estas recomendaciones buscan mitigar el impacto negativo que el uso excesivo de dispositivos tiene sobre la salud mental, cognitiva, física y emocional de los niños.

Riesgos del uso excesivo de pantallas

La psicóloga y psicopedagoga Marianela Almada explicó a nuestro medio El Popular Bolivia, que el uso prolongado de pantallas afecta la creatividad, la atención, el sueño y el comportamiento de los niños. “El juego simbólico, esencial para su desarrollo, se está perdiendo. Los niños ya no imaginan, no crean historias; la creatividad está en peligro”, advirtió. Entre los riesgos más frecuentes mencionó la adicción a las pantallas, trastornos del sueño, problemas de conducta, sedentarismo y dificultades posturales.

Impacto en el sueño y el comportamiento

El uso de dispositivos antes de dormir afecta la producción de melatonina, fundamental para el descanso. Esto provoca insomnio, somnolencia diurna y pesadillas. Además, Almada señaló que los padres juegan un papel clave en la relación de los niños con las pantallas: “Son los adultos quienes introducen los dispositivos, muchas veces para calmar o distraer a los niños, lo que genera un uso pasivo y reduce la interacción familiar”.

Recomendaciones prácticas para padres

Almada destacó la importancia de establecer límites claros y supervisar el contenido:

1. Anticipación y acuerdos: Antes de encender la televisión o el celular, hacer acuerdos sobre el tiempo permitido y respetarlos.

2. Supervisión: Optar por contenido educativo y, tras el uso, conversar sobre lo que vieron para reforzar la atención y la conexión entre padres e hijos.

3. Alternativas: Llevar juegos sencillos durante salidas para evitar recurrir a pantallas.

Políticas públicas y educación

La especialista abogó por trabajar en conjunto con familias y sistemas educativos para abordar esta problemática. Ejemplos como la prohibición del uso de celulares en niveles iniciales y primarios en Buenos Aires podrían servir de modelo.

Mensaje a los padres

“La información no busca demonizar el uso de pantallas, sino fomentar un uso responsable. Si no queda otra opción, que sea un momento supervisado, breve y educativo. Lo importante es prevenir y establecer límites claros”, concluyó Almada.

El objetivo final es garantizar que las pantallas sean una herramienta, no un obstáculo, en el desarrollo integral de los niños.