Consideran que representar a Laprida en la provincia de Buenos Aires ya es importante y fuera del país mucho más aún, dicen los músicos. Allá por febrero de este año, Calavera recibió un flyer de Los Cocos Blues, una banda de Oruro y automáticamente, a partir de ese contacto, las ganas de formalizar un encuentro comenzó a achicar en el imaginario distancias y kilómetros.

Los músicos locales ofrecerá una clínica de blues, luego una actuación en Cochabamba y cerrarán el primer festival de Blues de Oruro junto con Azul Pesado y Los Cocos y de regreso lo harán en Río Cuarto en el mítico Elvis el 1º de agosto por donde han pasado "No te va a Gustar" entre otros músicos y bandas importantes.

La formación integrada por Carlos Sánchez (guitarra y voz), Miguel Pirozzolo (guitarra y coros), Rogelio Gensón (bajo y voz) y Miguel Antonio (batería), no ha cumplido tres años y su crecimiento ha sido vertiginoso y exponencial por lo que han conseguido en poco tiempo: primero en cuanto a la solidez de las composiciones, de la mano de la calidad musical y segundo con llegada al público, que no es un dato menor. Ratificando lo hecho en octubre fecha del aniversario presentarán el primer disco y se hallan grabando material para el segundo.

Rogelio Gensón tiene todas las expectativas encima con este viaje, porque saben que encontrarán "una comunidad de música que nos espera y para nosotros será una experiencia increíble".

En automóvil, partirán mañana y costearán el viaje "a pulmón" para transitar los tres mil kilómetros que los separa de esta ciudad de 538 mil habitantes.

Sobre el material a presentar en la gira, se trata del disco, si bien en otros show será el turno de los cortes y versiones nuevas (no covers), porque en Oruro fue unos de los últimos lugares donde tocó Pappo. Entre ese material llevan para presentar "Garganta con arena", de Castaña, en versión blues y por este tema es muy esperada su presentación. Lo cierto es que el disco de Calavera ya está sonando en las radios de Oruro.

No creen que lo que están viviendo es el mejor momento. "Esto no tiene techo", planteó Carlos Pirozzolo; y Carlos Sánchez remarcó que "creo que falta" y que "el techo se lo pone uno".

Asimismo, consideraron que han crecido mucho individualmente desde lo musical y a partir de trabajar en el primer disco con músicos consagrados como el Vasco Bariain y Gady Pampillón, sienten que la banda crece en solidez.

El proyecto de Calavera estaba hace tres años casi en la cabeza de cada uno en forma distinta. Primero era sacarse el gusto de hacer música, dice Carlos Sánchez último al que convencieron para sumarse. Lo cierto es que disfrutan mucho en todos los planos, ensayando, actuando o grabando. Los cuatro tienen una edad que les permite vivir lo que hacen desde otra perspectiva segundo a segundo y en el caso de la gira ser "cuatro amigos disfrutando de la música".

Son agradecidos al gobierno municipal y al público por el apoyo que sorprende (como en Laprida Rock) "porque se trata de un género musical que no es fácil meterlo en la sociedad". Por ahora van para delante y piensan llegar hasta donde de la cuerda, casi como la vida misma.