"Nos reunimos con concejales de distintos bloques, en busca de una ayuda que nos permita seguir adelante con nuestro espacio cultural", dijo ayer Laura Tropea, una de las referentes de Chamula Tierras de las Artes, a pocos días de haber reinaugurado con un varieté su nueva sede, en Maipú 3756.

El espacio independiente debió decidir su mudanza cuando los propietarios de su anterior emplazamiento, el edificio donde funcionó la antigua sodería de Palahy en Pueblo Nuevo, decidieron vender la propiedad y pidieron que se respetara el plazo que figuraba en el contrato de comodato que unía a ambas partes: 31 de diciembre de 2020.

Tras golpear algunas puertas oficiales sin obtener respuestas de ninguna naturaleza, decidieron alquilar. "Porque la otra opción era cerrar y en realidad, nos angustiaba mucho tirar por la borda tantos años de trabajo", había admitido Laura Tropea hace unas semanas ante este Diario.

"Les contamos eso a los concejales: que optamos por alquilar porque lo otro era darle fin a Chamula. No teníamos donde meter tanta cosas; como aquí funciona una murga y además un circo, teníamos estructuras muy grandes que no sabíamos donde resguardar. Evaluamos costos de alquiler y estábamos entre un galpón y una casona que por ahí era un poco más económica pero se quedaban sin lugar esas actividades, y elegimos alquilar el galpón".

Mudaron todas sus pertenencias y, apenas contaron con los servicios, realizaron un gran reacondicionamiento y limpieza comunitaria, de la que participaron decenas de voluntades para hacer posible la reinauguración, el sábado 14 del corriente, con el objetivo de recaudar fondos para cumplir los compromisos originados por el alquiler.

Pero volvamos al encuentro con los ediles. Estaban presentes Eduardo Rodríguez, Inés Creimer, Ubaldo García, Mercedes Landivar, Celeste Arouxet y Guillermo Lascano, quienes ayer iban a encontrarse nuevamente para analizar la situación planteada por el grupo de Chamula y decidir si emitían una comunicación al respecto.

Laura Tropea recordó, en este sentido, que "la realidad es que hace 6 años, desde que nosotros estamos trabajando, nunca recibimos un subsidio. Y hoy estamos necesitando realmente que se empiece a ayudar a los espacios culturales", definió, para aclarar que "no somos los únicos: hay otros espacios que están como nosotros, con la urgencia del pago de un alquiler".

"La única manera (de sustentarse) que conocemos es trabajar", pero desde marzo del año pasado, con el inicio del confinamiento por la pandemia de coronavirus, "no podemos hacerlo. Por eso les pedimos a los concejales la posibilidad de que nos ayuden a pensar juntos algo para ya, algo urgente".

Las respuestas fueron unánimes. "Los presentes nos dijeron que cualquier propuesta que venga para cultura o deportes, el Departamento Ejecutivo veta esa ordenanza o ese proyecto, entonces se les hace mas difícil", indicó la artista, para reflexionar luego que "a veces me pregunto si nuestro Intendente por ahí está pensando que esto es un Principado y que tiene toda la autonomía para hacer lo que quiere. Porque no puede seguir negando ese derecho que es del acceso a la cultura".

En declaraciones a un medio colega, Clara Chirino había asegurado, en torno de este tema, que "es necesario generar una ordenanza que contemple los centros culturales independientes, una fue presentada pero la rechazaron. No somos un bar, tenemos un horario, hacemos cultura y arte para la sociedad, cosas que el Estado no hace".

Salir al ruedo

Aún con "mucha precariedad en el espacio físico y faltándonos todavía un montón de cosas", el sábado 14 "salimos al ruedo con un varieté" porque "entendemos que la única manera que tenemos para poder arreglar el lugar es gestionar el ingreso necesario. Y lo que sabemos hacer es trabajar".

En esa jornada inaugural, habilitada para medio centenar de asistentes con todos los recaudos biosanitarios, se presentaron varios artistas del espacio, como el grupo de improvisación Los Improstores. También hubo una muestra del seminario de malabares dictado por Pedro en Chamula; cantaron Mariela, Clara y Laura y se le dio voz, micrófono y escenario al colectivo de la disidencia, en la presencia de la Chicho Terez.

Para poder seguir adelante, Chamula necesita de lo que cada uno pueda aportar. "Pensamos que podría ser una ´ayuda´ más para sostener el espacio que la comunidad local o zonal nos ayude con un aporte de 100 pesos por mes, compensando este aporte con el derecho a participar de sorteos", expresaron los integrantes del espacio a través de las redes sociales. Los interesados en sumarse pueden comunicarse al celular 2284-614650 para conocer las distintas formas de contribuir, una de ellas a través de Mercado Pago.