La actividad está a cargó de la bióloga tandilense Yanina Mariottili y la ingeniera agrónoma lamatritense Guillermina Murici.

"El objetivo del monitoreo es determinar qué tipo de tucura es, su nivel de desarrollo y establecer así el nivel de agresividad", explicó Suárez, y señaló que los puntos fueron elegidos con anterioridad, sumando nuevos a los que ya se hizo el año anterior.

"El primer monitoreo ya se está realizando en distintos puntos del partido. En el mes de diciembre se repetirá la operación. El proceso consta de tres etapas: un trabajo de campo para determinar la densidad y la abundancia de la especie, la recolección de muestras y consiguiente análisis en un laboratorio de la ciudad de Tandil, y la realización de un informe y seguimiento a lo largo de la temporada", añadió.

"Se busca el lugar donde es más propenso el nacimiento de estas especies, que por lo general los bajos, y se hace un muestreo para atrapar la tucura en vuelo para hacer un análisis de densidad y la especie. La intención es conocer en qué estado de desarrollo se encuentran para ver cuál es la agresividad", resumió el ingeniero Suárez.

"La idea es hacer un muestreo representativo de todo el distrito por eso se han geolocalizado los sectores de muestra en los distintos cuarteles", se explayó.

Una vez que se tenga el resultado del informe, se brindará a los productores para que estos, junto a sus ingenieros asesores analicen o no la factibilidad de hacer aplicaciones contra las tucuras.

Cada productor va a poder ver el mapa, estar alerta y decidir si es necesaria o no la aplicación. La presencia de las tucuras depende de las condiciones climáticas.

"El año había arrancado con más lluvias que el año anterior, en invierno hubo buenas condiciones de humedad, pero no nos permitió recuperarnos del 2019 y hasta hace algunos meses no había buenas condiciones para el nacimiento de Tucuras pero estas últimas semanas se ha notado la sequía y es probable que se pueda desatar alguna población por eso hay que estar atentos"

Se sumaron diez puntos más con respecto a la campaña anterior. "Una vez que esté hecho el monitoreo tendremos un panorama más claro y la intención es repetirlo en diciembre que es cuando más presencia hay de langostas.

Los nacimientos se dan, por lo general, en noviembre y diciembre, por eso "hay que estar atentos", recalcó el ingeniero.

"Cada campo es un mundo y el manejo es todo. Este año no hubo escasez de pasto, pero el manejo lleva a que haya algunos donde no haya pastos y las tucuras generalmente se ubica en los bajos, si hay alimento ahí no migra, sino que lo hace cuando no tiene qué comer y se va a los cultivos", explicó Suárez.

"Si vemos que la especie se queda en su lugar de confort no hay problemas, de lo contrario habrá que estar más atentos porque le gusta mucho los cultivos de verano", sintetizó.

Detalló además que antes de hacer las aplicaciones hay que analizar muchos factores: el estado de las tucuras, el daño que esté provocando, si desfolió mucho la planta y también el estado general de los cultivos.

"Llega un umbral de daño que obliga hacer aplicaciones, pero eso lo deberá analizar el productor con su técnico asesor", aclaró.