El pasado lunes el juez de Cámara Héctor Omar Sagretti firmó el falló a través del que condenó a Pais a la pena de 8 años de prisión por considerarlo coautor penalmente responsable del delito de "secuestro extorsivo agravado por haber logrado su propósito". Este monto de pena fue acordado previamente entre las partes a través de un juicio abreviado, modalidad en la que el imputado debe prestar conformidad sobre la existencia del hecho y su participación en el mismo. En este proceso Pais fue asistido por el defensor oficial coadyuvante Manuel Bailleau, en tanto que la parte acusatoria estuvo encabezada por el fiscal general de Mar del Plata, el doctor Juan Manuel Pettigiani.

En la resolución el magistrado repasó lo sucedido el 18 de julio de 2017 entre las 13 y las 15.30 en la extensión norte de la costanera del arroyo Tapalqué, desde que Carlos Alberto Bührle fue secuestrado, maniatado y golpeado por dos hombres hasta que logró escapar y llegar a una vivienda cercana al Club Hípico, luego de que los secuestradores se hicieran con la suma de 10 mil pesos que habían dejado sus familiares para garantizar que recuperara la libertad. Hasta el momento el cómplice de Pais no fue identificado.

"Los plurales elementos probatorios permiten confirmar la coherencia del relato de la víctima en cuanto al modo con el que se sucedieron los hechos, sus intervinientes y del lugar en el que lo mantuvieron privado de su libertad hasta lograr huir y pedir auxilio, luego de que los autores se hicieran del dinero exigido", refiere parte del fallo, en el que además el juez Sagretti confirma que las declaraciones de sus familiares corresponden con lo expresado por la víctima. Incluso todos los testimonios coinciden con "la profusa prueba obtenida a partir de los registros de los mensajes de audio enviados, las imágenes de las cámaras de seguridad, la declaración del efectivo policial al que el padre le imploró por temor que debía retirarse frente a la amenaza de los secuestradores, y de aquel ocasional testigo presencial que pudo observar a la víctima en el suelo, golpeado por dos sujetos y la moto en la que se movilizaron".

Bührle fue sorprendido por los secuestradores cuando hacía ejercicios y regresaba por la vera del arroyo Tapalqué hacia la ruta 226. Lo ataron de manos, lo golpearon y lo obligaron a llamar a un familiar. La víctima logró comunicarse con sus padres y su hermano y así coordinaron el rescate. "Mirá, escúchame, así de corta te la hago, a tu hermano no le va a pasar nada si ustedes llevan esa plata a donde le di la dirección, ruta 60 entre Trabajadores y Sarmiento, hay una manga, ahí en la alcantarilla dejan la plata, la va a pasar a buscar un pibe, y si el pibe no pasa a buscar la plata a tu hermano lo hacemos boleta, así de corta te la hago", fueron algunas de las expresiones de los secuestradores a los familiares de Bührle.

Luego de que los familiares dejaran el dinero, se cruzaron con un efectivo policial a quien le pidieron que se alejara de allí "dado que los secuestradores habían amenazado con matar a su hijo si veían a la policía". Además un hombre que esa tarde pasó a caballo por la costa del arroyo contraria en la que Bührle era mantenido cautivo "pudo ver del otro lado de aquel a dos personas que golpeaban a otra, que se encontraba desnuda en el piso y pedía que dejen de pegarle", indica la resolución. Finalmente quien brindó su testimonio fue el propietario de la finca a la que llegó la víctima a pie cuando fue liberado.

Testigo y cigarrillos

En el fallo del Tribunal Federal de Mar del Plata se mencionan una serie de pruebas que permitieron vincular a Pais con el secuestro extorsivo, entre las que destacan el testimonio de una persona que prefirió mantener en reserva su identidad y el cotejo de ADN con colillas de cigarrillos. El delincuente fue detenido por este delito a fines de 2017, aunque poco más tarde recuperó la libertad y volvieron a capturaron en abril siguiente. Actualmente está alojado en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza.

En la resolución se precisa que una persona le solicitó declaró ante un agente policial de nuestra ciudad que "uno de los autores resulta ser Carlos Pais, a quien pudo oír entre un grupo de personas ‘alardeando de que había secuestrado a una persona mientras corría por el club Hípico y la costa del arroyo’". Ese testigo solicitó que se resguarde su identidad por "temor a represalias".

A partir de este testimonio comenzaron a realizarse una serie de tareas investigativas que permitieron dar con Pais, y confirmar de manera inicial que las características de la motocicleta de su propiedad coincidían con lo expresado por la víctima y algunos testigos, además del registro de cámaras de seguridad.

Se agrega a esto que cuando se hizo una inspección ocular del lugar, el día posterior del secuestro, personal de la Policía Federal Argentina recolectó colillas de cigarrillos y restos de envoltorios de un paquete de cigarros. Con estos elementos se realizó un cotejo con el perfil genético de Pais que brindó resultados positivos. El examen estuvo a cargo del Departamento de Estudios Forenses Complejos, dependiente de la Dirección de Criminalística y Estudios Forenses de Gendarmería Nacional.

El resultado de este cotejo se conoció entre diciembre de 2017, cuando Pais fue detenido y luego recuperó la libertad porque una rueda de reconocimiento había resultado negativa, y abril de 2018. El día 27 de ese mes volvieron a capturarlo, ya con este examen como prueba que lo vinculaba directamente al secuestro que había ocurrido un año antes.

Reincidencia

En la resolución se declaró como reincidente a Pais por tercera vez, dado que existen al menos dos fallos previos donde también se había demostrado la reincidencia. El primero de ellos, y que se trae a colación en esta resolución, es la sentencia del 1 de junio del año 2012 del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Azul, que lo condenó a la pena de 3 años y 6 meses de prisión por considerarlo coautor penalmente responsable del delito de "robo agravado por efracción", cometido en la ciudad de Olavarría el 11 de octubre de 2011.

Posteriormente, en marzo de 2018, antes de su detención por el secuestro de Bührle, el mismo Tribunal lo condenó a la pena de 5 años de prisión de los delitos de "agresión con arma" y "homicidio simple en grado de tentativa". Este juicio se sustanció por un episodio ocurrido en enero de 2017 en General La Madrid, donde agredió a un hombre a puntazos y le provocó graves heridas.