Esto es un mito y una mentira. Salvo raras excepciones en algunas escuelas, que dependen también de la cintura o conocimiento que tengan, y cuando digo esto, digo libertad de hablar y no ser cuestionada y que los papis y mamis no pongan el grito en el cielo y que los profesores no tengan barreras para hablar libremente de estos temas.

Décadas atrás, hace dos o tres generaciones, teníamos por lo general la materia Anatomía Humana, que se daba en el 3er. año del ciclo básico de Bachillerato, Comercio, Técnica y Agropecuaria, o en liceos de señoritas o señoritos o pupilos, que a decir verdad no era despreciable, pero era muy poco expresivo e indiferente. Hoy en día, los papás y las mamás suponen y dicen "nena, tenés que cuidarte" o "nene, tenés que cuidarte", y yo les pregunto... ¿¡De qué!? Si los chicos no tienen la más mínima idea, aunque se piense lo contrario.

La verdad está en la consulta, que tampoco es garantía, porque depende del profesional interlocutor, que también puede estar lleno de barreras tan perniciosas como la de los papás, los docentes, los demás profesionales médicos, los psicólogos, los psiquiatras, las trabajadoras sociales, los abuelos, etc., que temen ser cuestionados. No se dan cuenta de que a la adolescencia le sorprende las manifestaciones biológicas que van delante de las psicológicas, es decir el autoerotismo, de lo que sería bueno que supieran ambos sexos sobre esta cuestión que sorpresivamente para muchos es traumática o culposa. 

Imaginemos lo difícil que es esta cuestión, y los padres lo llevan a un salto tan grande, que sería la vinculación con el otro o la otra.

Acostumbrémonos a dar tiempo a cada uno de los procesos. No podremos hablar de cosechar si aún no apareció el brote, en este caso de la semilla.

Recomiendo:

Hacer una consulta, padres juntos o cada uno por su lado, que les aclare cómo manejarse con los adolescentes en la sexualidad.

Empezando por el o la mayor, que puede ser multiplicado por 2, 3 ó 4, según la cantidad de hijos que tengan respectivamente.

Para cerrar, la sexualidad, como la vida, es un constante aprendizaje. Hasta para los mismos especialistas que estamos en el tema es variable y dinámica, como el tiempo o la vida misma, cambiante.

Saludos, Dr. Daniel Fanesi