Emocionado, con lágrimas cayendo por sus mejillas, Juan Longhini se dio primero un abrazo con Enzo Barrientos (con quien había tenido una batalla a cara e'' perro) y luego celebró la clasificación de Racing a la segunda fase del Regional.

"No hay milagro porque esto es Racing. Muchos años del otro lado, ahora acá... Estoy feliz, porque pensé que se terminaba todo y seguimos en carrera" dijo el goleador que supo amargarle muchas tardes y noches a su actual club con la camiseta de Ferro en campeonatos del Consejo Federal.

"Estoy emocionado porque estoy viejo" bromeó.

"Estas cosas me conmueven, sino no estaría jugando. Pasaría los domingos en casa, con mis hijos; pero yo soy así. Estoy inmensamente feliz; nunca pensé que el fútbol me iba a regalar esto, que no es nada aún, pero seguir jugando a los 35 años a la par de los de 20 para mí es muy grosso" acotó.

Con Cristian Curuchet se está armando una gran dupla de ataque.

"Es imposible corregirlo. Ya no sé cómo hacer para que me haga caso (risas). Piensa que los pelos que me faltan en la cabeza son al pedo, y él con la juventud que tiene se quiere llevar todo por delante. En el primer tiempo le pegó tres veces consecutivas desde lejos y lo recontra puteé, pero enseguida casi la clavó desde afuera del área" recordó.

Braian Toro, otro que volvió a ser figura.

También volvió a caminar por la cornisa con una entrada deslizante (como aquella frente a Bolívar) que pudo haberle costado la expulsión.

"Es lo que distingue" dijo. "Mi rol es cubrir los espacios, ser relevo de mis compañeros y esta clasificación me pone muy feliz, porque sufrimos mucho" confesó.

"No esperábamos un arranque tan adverso, con tres partidos seguidos como visitantes que nos complicaron todo. No arrancamos como queríamos, pero siempre confiamos. Después del penal que atajó Hernán (Alvarez) en Bolívar vimos la luz. Nos dieron vida y lo aprovechamos" reflexionó.

Toro, siendo figura en Sansinena, bajó de categoría para volver a ponerse la camiseta de Racing.

"Muy contento con al decisión que tomé. Hasta en el peor momento, cuando estábamos mal, cuando nadie creía en nosotros, lo puse en duda" subrayó.